Rosalía Ciciolli
rcicioli@uhora.com.py
Muchos de los que hoy son emprendedores comenzaron sus negocios obligados por la pandemia, al quedarse sin trabajo tras la cuarentena obligatoria ordenada por el Gobierno. La pareja conformada por Pedro Vera (39) y Fiorella Alderete (33 años) pasaron por ese preocupante proceso de quedar desempleados justo antes de la aparición del Covid-19, sin presagiar lo que se venía en marzo de 2020. A solo tres días de iniciada la cuarentena y ya agobiados por la falta de un ingreso seguro en el hogar, esta pareja decidió que solo emprendiendo un negocio propio podrían salir del problema. La complicada situación, antes que desalentarlos, les impulsó a seguir adelante, a pesar del incierto panorama del momento. Pedro se define, de hecho, como un emprendedor autodidacta, mientras que Fiorella es abogada; ambos concluyeron que experimentar otros caminos y emprender juntos un negocio sería la única manera de salir de los apuros económicos.
Fue así que a tres días de la incipiente cuarentena decidieron instalar una pequeña fábrica de productos domisanitarios, un rubro que ellos conocían bastante bien por experiencias anteriores. A su empresa le bautizaron con el nombre de Limpiamax.
“Decidimos aventurarnos en este negocio en el año 2020, casualmente tres días después de que se iniciara la pandemia, cuando los dos estábamos desempleados, pero como conocíamos muy bien el rubro domisanitario en el que veníamos ya trabajando y emprender por cuestiones de necesidad. Nos repartimos el trabajo y combinamos que yo me desenvolvería en el área de producción y logística, y Fio estaría en la parte comercial, que son las mismas áreas que actualmente ocupamos dentro de nuestro negocio”, comentó Vera.
En ese momento, la pareja sentía como que se lanzaba al vacío, por la necesidad imperiosa de trabajar, pero sin saber cómo les iría en medio de la situación tan incierta como fue la pandemia. No tenían idea de lo que pasaría, ni si su emprendimiento les resultaría. “Pero con el correr de los días fue la propia pandemia la que nos impulsó a seguir y nos llevó para adelante”, asegura Vera.
“En Limpiamax ofrecemos diversos productos de limpieza para el hogar, como detergentes, jabones, suavizantes para ropas, desodorantes, lavandinas y otros similares. Ofrecemos combos de estos productos y vamos entregando por delivery; cubrimos toda la zona de Asunción y Gran Asunción, llevando calidad y conveniencia a muchas familias y hogares”.
Más capital
A pesar de la incertidumbre del momento, a Pedro y Fiorella les empezó a ir bien en el negocio. Desde el principio sus productos tuvieron una gran aceptación entre su clientela debido a la coyuntura, en que higienizar todo el ambiente era una prioridad. Experimentaron excelentes ventas, lo que les llevó a la necesidad de hacer crecer el negocio, para lo cual precisaban acceder a mayor capital. Fue ahí que tropezaron con un impedimento mayor: La dificultad para acceder a créditos para emprendimientos que recién comenzaban. “Al principio íbamos muy bien, iban creciendo las ventas, más clientes, más pedidos, nuestros productos tenían mucha aceptación entre la gente. Pero a medida que íbamos creciendo nos dábamos cuenta que necesitábamos más capital e inversión y fue allí en donde encontramos muchos obstáculos”, rememora Vera.
Señaló que en ese momento se enteró a través de las redes sociales de la existencia de la Asociación de Emprendedores del Paraguay (Asepy), a la que decidieron recurrir en busca desesperada de algún tipo de apoyo que les ayudara a desarrollar su negocio. “Desde un principio, nos sentimos identificados con todos los demás emprendedores y nos dimos cuenta de que todos estábamos pasando por la misma situación apremiante de no poder acceder a recursos que nos ayudaran a mantener nuestros negocios”, comenta el emprendedor.
Mucha burocracia
Vera afirma que en ese momento fueron conscientes de lo difícil que es emprender en Paraguay, debido a la exagerada burocracia existente en las instituciones estatales que deben ayudar a formalizar los emprendimientos. También se quejan de la falta de oportunidades para acceder a un crédito emprendedor, así como de la ausencia de acompañamiento para iniciar los registros y, por sobre todo, critican la incapacidad o la falta de voluntad de las autoridades estatales para reducir el contrabando, que afecta principalmente al rubro de los productos de limpieza de fabricación nacional.
“Pero dentro de todo, lo que siempre recomendaremos a otras personas y a los demás compatriotas que quieran iniciar su propio emprendimiento es que no se nieguen a soñar y a realizar sus sueños. Nada es imposible, cuesta, pero no es imposible”, asegura Vera.
Y ellos pueden dar fe de que los sueños se cumplen, pues su empresa ya cumplió tres años y con perspectivas de seguir creciendo aún más. Actualmente, emplean a cuatro personas y de esa forma también colaboran con el país, otorgando trabajo a otros compatriotas. “A medida que Limpiamax va creciendo, vemos que hay más posibilidades de ir abarcando más zonas con nuestros productos, no solo llegar a Asunción y a las ciudades cercanas, sino poder llevar nuestra producción a más puntos del interior del país. Y esa es nuestra principal meta, abarcar todo el territorio nacional con nuestros productos domisanitarios”, concluye el emprendedor.