Paulo Souza dos Santos, de 28 años de edad, que se entregó en una comisaría de la ciudad, reconoció haber pintado el Cristo Redentor el 14 de abril por la noche, ataque que fue descubierto durante una visita de las autoridades al día siguiente.
Paulo Souza dos Santos, de 28 años de edad, que se entregó en una comisaría de la ciudad, reconoció haber pintado el Cristo Redentor el 14 de abril por la noche, ataque que fue descubierto durante una visita de las autoridades al día siguiente. EFE/Archivo | Ampliar imagen
Ex militar de profesión, Dos Santos reconoció que no esperaba que su acción fuera a tener tanta repercusión mediática, declaró sentirse “como un criminal y un traficante” y pidió perdón “a Dios y a la población carioca” por su acción.
La ministra brasileña de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, y el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, descubrieron las pintadas el 15 de abril, cuando visitaron el monumento para inspeccionar las obras de restauración de la piedra que reviste la estatua.
Dos Santos aprovechó que el acceso a la cima del Corcovado estaba cerrado desde comienzos de este mes por las lluvias, que causaron numerosos derrumbes en la zona, y que los trabajadores encargados de la restauración habían suspendido sus tareas por ese motivo para subirse en el andamio con un cómplice y manchar el monumento.
Entre las pintadas había frases como “Dónde está la ingeniera Patricia” y “Cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta”, borradas al día siguiente por las autoridades, que además ofrecieron una recompensa por información sobre los autores de las pintadas.
Dos Santos intentó justificar su acción como “una protesta” para alertar sobre los casos de personas desaparecidas.
La policía todavía busca a su cómplice, identificado como Edmar Batista de Carvalho, de 26 años.
Carvalho y Dos Santos podrían llegar a cumplir una pena de hasta tres años de prisión si son declarados culpables de delito ambiental, ya que el cerro del Corcovado está dentro del Parque Nacional Floresta da Tijuca, y de injuria discriminatoria, por tratarse de un acto vandálico contra una imagen religiosa.
La entrega de Dos Santos se produjo un día después de que las autoridades reabrieran el acceso al monumento tras retirar de las carreteras que llevan a la cima del cerro los principales derrumbes que impedían la circulación de vehículos y del tren turístico del Corcovado.
La estatua del Cristo Redentor, inaugurada en 1931, es el principal punto turístico de Río de Janeiro y fue declarada patrimonio nacional brasileño el pasado mes de diciembre.
Fue blanco de otro acto vandálico en 1991 cuando dos jóvenes pintaron la base de la estatua con grafitis.
