La funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores, Blanca Flora Álvarez, quien presta servicios en el Consulado paraguayo en Posadas, denunció ser víctima de persecución laboral por parte de la administración actual de la secretaría de Estado y, por extensión, también su hija, Alexandra Álvarez, a quien el viernes pasado comunicaron en sede de la Cancillería que tenía prohibido ingresar a la institución. La joven abogada, que formaba parte del plantel de contratados de la institución, fue desvinculada en abril pasado bajo el argumento de llegada tardía y otros. El viernes, acudió al MRE para presentar ante la Dirección de RRHH el acta de defunción de una tía para demostrar por qué su madre, funcionaria en servicio en Posadas, actualmente sumariada, se encontraba en Asunción, por duelo. Sin embargo, la funcionaria que le atendió le rechazó el documento y comunicó que tenía vedado el ingreso.