Los investigadores de la unidad Batallón Policial de Frontera de la Policía Federal señalaron que la gavilla tomaba de rehenes a los ocupantes de las viviendas, y que uno de los miembros robaba el vehículo y lo llevaba al Paraguay donde los vendía o cambiaba por estupefacientes. El grupo delictivo comenzó a operar el año pasado y el seguimiento posibilitó las detenciones.
El modus operandi siempre era el mismo. Los delincuentes estudiaban el movimiento de sus víctimas antes de irrumpir en las casas, donde tomaban de rehén a toda la familia a punta de arma de fuego y actuaban con suma violencia. Posteriormente, alzaban todos los objetos de interés en el rodado y uno de ellos lo trasladaba a otro destino, para luego viajar al Paraguay donde era esperado por el comprador. Los vehículos eran robados sobre pedido. El caso se inicia con el robo de una camioneta Hyundai, Santa Fe, en la localidad de Mariscal Cándido Rondón, en julio del año 2019.