El mes pasado, las industrias cementeras locales, en este caso, Yguazú y la estatal INC, coincidieron en que están preocupadas por la caída de las ventas y acumulación de los productos.
Wardle aclaró que no tienen información de Aduanas sobre las importaciones de cemento en mayo pasado, a fin de certificar que fue menor que meses anteriores. Afirmó que la empresa no ha registrado un incremento de ventas para validar que hubo una disminución del ingreso de cemento importado.
Confirmó que siguen sintiendo los efectos de la caída del consumo tanto para las obras públicas, como las civiles privadas.
“No cambió nada. Seguimos acumulando stock. Y esto nos preocupa porque qué vamos a hacer en los próximos meses como decía hace menos de un mes. Sabemos que si tomamos una decisión de parar la producción, el impacto será muy grande y no queremos hacerlo”, puntualizó.
Recordó que durante la pandemia “fuimos una empresa que no frenó sus actividades, no tomamos ninguna medida de suspensión de personal porque apostamos al trabajo y somos conscientes de que una medida de suspensión tendría un impacto en el mercado laboral importante no solo por los que trabajan en Yguazú, sino por los terceros”.
Wardle también refirió que las constructoras solo comentaron que recibieron algunos pagos chicos de lo que les adeuda el Ministerio de Obras Públicas (MOPC). “Nos dicen que los pagos no son suficientes para aumentar el ritmo de las obras”, indicó.
Sostuvo que confía en que cuanto antes se llegará a producir un repunte.