Ese noble gesto quedó grabado en la memoria de Alejandra, bombera voluntaria, quien por cuestiones laborales reside en España desde hace un año. Pero eso no impidió a que, junto a familiares y amigos, organizara una donación en dos hospitales.
Los bomberos de su querido cuartel, el K122 de Minga Guazú, ayudaron a repartir la chipa con cocido a los familiares y pacientes del Pabellón de Traumas del Hospital Regional y el Hospital Distrital de Minga Guazú, de donde ella es oriunda.
Los antecedentes se remontan al 2018, según el relato de Alejandra. Su abuela, Juana María Ortiz, viuda de Correa, había pisado un clavo que le causó una infección. La llevaron al hospital y quedó internada durante 17 días, incluso con la posibilidad de una amputación de un dedo. La abuela se recuperó sin necesidad de la cirugía.
“Recuerdo que un Viernes Santo llegó un grupo de voluntarios a repartir chipa y cocido. También productos de higiene. Para mí, eso fue algo tan lindo que dije que algún día lo haría en agradecimiento a lo que ellos nos dieron y brindaron en ese entonces”, relató.
“Hoy, llegamos hasta Emergencias Médicas de Ciudad del Este y el Hospital Distrital de Minga Guazú con chipa y cocido, esperemos que el día de mañana podamos llegar a más y seguir ayudando sin mirar a quién”, escribió Alejandra en su cuenta de Facebook. EM