La investigación del caso Melania Monserrath, una niña de Caazapá asesinada, sumó críticas por muestras de distintas desprolijidades desde su inicio, que hasta hoy sigue arrojando dudas y cuestionamientos en torno al actuar de los intervinientes.
CONDICIONAL. Este atroz crimen sería el peor desenlace de una denuncia que años atrás se había hecho por abuso a la niña. Por este caso, Marcelo Giménez (24) fue condenado a cuatro años de encierro, quien estuvo en prisión solo tres años y salió en libertad condicional por buena conducta y otros. Sin embargo, se obvió una supuesta amenaza de venganza hacia la víctima y a la familia. El cuestionado juez Osmar Baeza había determinado que el joven estaba apto para salir de la cárcel, pese al grave hecho que lo llevó al encierro, y sin tener en cuenta que el joven reside cerca de la víctima, a quien la expuso con su agresor. El caso saltó de la peor manera, con un fatídico final con la brutal muerte de la niña y con la detención de Marcelo como su principal verdugo.
LA AUTOPSIA. Tras el crimen que conmocionó al país, se volvieron a registrar varios procederes fallidos por parte de las autoridades. Un punto bastante cuestionado se da una vez hallado el cuerpo de la niña y el fiscal que asumió la causa, Carlos Ramírez, no dispuso la realización de la autopsia, por la recomendación de la médica forense María Cabrera, quien alegó que ya se determinó la causa de muerte. Nuevamente, eso hizo sonar las alarmas, ya que ante una muerte violenta siempre se practica una autopsia, había aconsejado el médico forense Pablo Lemir. Finalmente, ante las presiones, el fiscal cambió su decisión y dispuso la autopsia. El forense Pablo Lemir constató que la muerte efectivamente fue por un estrangulamiento, producido por un lazo, que se hizo con una “fuerza viva”. Dijo que se descarto abuso sexual, y que los autores intentaron simular un suicidio.
En esta causa, tanto la decisión del juez que otorgó la libertad a Marcelo como del fiscal que se negó a la autopsia fue cuestionada por las propias autoridades del Ministerio de la Niñez que apuntaron a ambos que “no estuvieron al nivel de la Justicia”.
Además, el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) fijó fecha para el 22 de agosto para iniciar de oficio una investigación a las actuaciones del juez y del fiscal.
LOS ALLANAMIENTOS. El fiscal Carlos Ramírez también fue cuestionado por la serie de allanamientos que lideró en la casa del autor, donde, según críticas de las autoridades, se recabaron datos “por partes”.
En la pieza del sospechoso fueron hallados elementos que también fueron encontrados en la escena del crimen, que son colillas de cigarrillos y envoltorios de caramelos, por lo que aumentaron las sospechas en su contra.
A partir de allí, el Ministerio Público decidió incluir también en la investigación a la fiscala Laury Vázquez en la causa, para “mayor celeridad y rigor técnica” en la pesquisa, pero las actuaciones siguen siendo poco diligentes.
cómplice. Debido a lesiones en el cuerpo y otras informaciones, el hermano menor del principal sospechoso fue requerido por la Fiscalía.
Si bien se había presentado en el Juzgado para una inspección médica, no se ordenó su detención y estuvo casi por 24 horas con paradero desconocido, pero luego se entregó.
PUNTOS CUESTIONADOS
Llamativa libertad condicional. El sospechoso principal del crimen de Melania fue beneficiado y volvió a residir cerca de la víctima.
Negativa de hacer la autopsia. El fiscal Carlos Ramírez determinó que los elementos recogidos en la escena del crimen eran suficientes y entregó el cuerpo para el velatorio.
Varios allanamientos en la misma casa. Se criticó el porqué no recogieron todas las evidencias la primera vez y que hubo la posibilidad de manipulación de pruebas.
Lento accionar. Pese a las sospechas, la Fiscalía no ordenó de inmediato la detención del hermano menor del principal sospechoso, quien estuvo desaparecido casi 24 horas.