09 nov. 2025

Que caiga el telón

fernando-boccia@uhora.com.py

Por Fernando Boccia Torres  –  fernando-boccia@uhora.com.py

Por Fernando Boccia Torres – fernando-boccia@uhora.com.py

Imaginemos que todo lo que dijo Ezequiel De Souza fuese cierto: una sola organización de narcotráfico –de las tantas que operan en Canindeyú– pagaba mensualmente 160 mil dólares en sobornos a políticos, magistrados, fiscales, agentes de la Senad, militares y policías.

El intrincado esquema de coimas fue fundamental para que De Souza pudiera operar libremente en la zona hasta que fue detenido con más de 1.700 kilos de cocaína. Él mismo sintetizó por qué era necesario derrochar este dinero: “Sin cobertura política no se podía traficar en el Norte”. La frase revela cómo en los departamentos fronterizos la mafia se perpetúa y por qué el Estado desde hace tanto tiempo viene perdiendo la guerra contra el crimen organizado.

Las publicaciones de este diario también permiten hacernos una imagen mental de la Contraloría y sus funcionarios: el contralor general, principal encargado de hurgar y detectar irregularidades en las instituciones públicas, manejaba el ente a su antojo, violando leyes, incurriendo en nepotismo y mintiendo para pagar de más a sus protegidos. El caso de Velázquez es un retrato acabado de la corrupción en la función pública y el blindaje que buscan otorgarle ciertos sectores del Congreso muestra a la política criolla en su más pura expresión.

Supongamos que la Fuerza de Tarea Conjunta es como la describe el padre del fallecido capitán Enrique Daniel Piñánez Ciancio: un organismo cuyos jefes se vuelven millonarios a través de extorsiones y ya se olvidaron de sus objetivos primordiales. La denuncia del general retirado Herminio Piñánez sirve para entender el contundente fracaso de los militares y policías en la lucha contra el EPP y el ACA. Los resultados son bastante claros: desde la existencia de este matrimonio forzado entre policías y militares los grupos armados mataron a más personas que en ningún otro gobierno, sin mencionar que llevaron adelante dos secuestros.

Detrás de todos estos casos se esconden verdades innegables sobre la lucha al narcotráfico, las supuestas cruzadas contra la corrupción que nos venden la mayoría de los políticos y esa eterna derrota contra los grupos terroristas.

El audio de Ezequiel De Souza, el escándalo en la Contraloría y la denuncia del general Piñánez podrían hacer caer un telón criminal muy grande y es tarea de la Justicia averiguarlo. Nos merecemos saber la verdad.

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