Su mensaje para los jóvenes es atreverse a viajar y descubrir nuevo mundo, explorar nuevas oportunidades. “Si no sale una aventura por el viejo continente a otros lugares donde uno decide probar futuro, siempre podés volver. Pero si no lo intentás, jamás vas a saber”, dijo.
“Sobre todo, los jóvenes deben soñar y conseguir viajar para aprender nuevas cosas, vivir otras experiencias, tener una historia propia porque los grandes saltos se dan, a veces con miedo pero eso es así, y ese miedo se vence con los desafíos y los logros que después se irán dando”, aseguró desde la lejana Alemania.
Natalia tiene actualmente 26 años y ya había viajado a los Estados Unidos, pero netamente en misión de estudio, fue a estudiar inglés durante varios meses.
Tiene experiencia en trabajos de hotelería, ya que antes de viajar estuvo trabajando durante cuatro años en un conocido hotel de la ciudad de Encarnación.
“Yo estudié hotelería, soy graduada universitaria en este rubro y ya tuve la oportunidad de trabajar en un hotel donde pude acumular algunas experiencias que me están ayudando en mi desempeño en el hotel donde estoy laborando”, compartió.
Señaló que como descendientes de alemanes habla el idioma desde niña, pero que no es lo mismo que se habla en Alemania. “Aquí es distinto el alemán que hablan, muchas palabras son diferentes porque lo que hablamos en Colonias Unidas es un dialecto, aunque de a poco fui aprendiendo la forma que se habla aquí en Alemania”, comentó.
La madre de Natalia, Ilone Altenhofen de Hoppen, dijo que su hija estaba bien en Paraguay. Trabajando y teniendo una familia sólida y cómoda, pero que, a pesar de eso, ella decidió viajar, trabajar y estudiar en Alemania.
“Te puedo decir que en el caso de ella, dejó una vida cómoda, para capacitarse y ser una profesional de nivel internacional. Porque al tener ese título ella podrá trabajar en cualquier lugar del mundo como una profesional con un título internacional”, dijo su madre, propietaria de un hotel en Hohenau y presidente de Mate Róga, una asociación que fomenta el turismo en Colonias Unidas.
Valoró la decisión de Natalia, ya que primero había ido a los Estados Unidos y ahora está en Alemania, a donde llegó hace tres meses. “Realmente es valiente ella porque los desafíos tanto en Estados Unidos como en Europa son grandes, pero estoy seguro que saldrá exitosa porque desde niña a ella le gustaban los desafíos”, señaló.
La ciudad donde vive Natalia se llama Bad Teinach Zavelstein (en español Selva Negra).
Un detalle no menor es que Eduardo, el hermano de Natalia, hace ocho meses vive también en Alemania, donde está estudiando y trabajando. Eduardo vive en una ciudad llamada Herremberg que se encuentra a 20 minutos de donde vive su hermana.