21 may. 2024

Profeta, despreciado solo en su pueblo y familia

Hoy meditamos el Evangelio según San Mateo 13, 54-58. El papa Francisco a propósito del evangelio de hoy dijo: “Jesús afirma que no podía hacer milagros en su Nazaret “por falta de fe”: Justamente allí, donde había crecido, “no tenían fe”. Precisamente, Jesús dice: “Ningún profeta es aceptado en su pueblo”.

En la sinagoga de Nazaret, relata el evangelio, Jesús dice que allí no se harán milagros: Aquí ustedes no aceptan al profeta, porque no lo necesitan, están demasiado seguros.

“Las personas que Jesús tenía delante, en efecto, estaban muy seguras en su fe entre comillas, muy seguras en su observancia de los mandamientos, que no necesitaban otra salvación”.

Una actitud que revela el drama del cumplimiento de los mandamientos sin fe:

“Yo me salvo por mí mismo, porque voy a la sinagoga todos los sábados, trato de cumplir los mandamientos”; y que no venga este a decirme que son mejores que yo ese leproso y esa viuda, esos marginados.

Pero la palabra de Jesús va en sentido contrario. Él dice: “Mira, si tú no te sientes en zona marginal, no tendrás salvación.

Esta es la humildad, la senda de la humildad: Sentirse tan marginado” de tener necesidad de la salvación del Señor. Solo Él salva; no nuestra observancia de los preceptos.

Esta enseñanza de Jesús, sin embargo, no le gustó a la gente de Nazaret, tanto que se enfadaron y querían matarlo. Si queremos ser salvados, debemos elegir el camino de la humildad, de la humillación.

Testimonio de ello es María, que en su cántico no dice estar contenta, porque Dios miró su virginidad, su bondad, su dulzura, las muchas virtudes que ella tenía, sino que exulta, porque el Señor miró la humildad de su esclava, su pequeñez.

Es precisamente la humildad lo que mira el Señor... Se trata, en esencia, sencillamente de decir la verdad; y esta es nuestra verdad”.

(Del libro Hablar con Dios de Francisco Fernández Carvajal y https://www.pildorasdefe.net/liturgia/evangelio-Mateo-13-54-58-ninguno-profeta-tierra-familia-despreciado).

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