De acuerdo con el Informe del Gasto Social de la Administración Central a junio de 2025, durante este primer semestre del año se destinaron G. 16,7 billones (USD 2.165 millones) para la ejecución de los servicios sociales, lo que implica un aumento de G. 841.000 millones (USD 108,7 millones) frente al mismo periodo de 2024.
No obstante, pese a dicho aumento, se evidencia que la prioridad en el gasto social es menor e incluso tuvo una caída de cuatro puntos en comparación con el primer semestre del año pasado, cuando fue de 57%, y un punto más a lo que se registraba en abril y mayo de 2024, cuando estaba en 54%.
De esta manera, la prioridad hacia los programas sociales llega al 53%, el mismo nivel del 2016, lo que indica que de G. 100 ejecutados, G. 53 fueron destinados para el área social, según explicó en su reporte el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Luego de ese 2016, la prioridad en el gasto social comenzó a repuntar y mantenerse entre el 55% y 57%, llegando incluso al 58% en el 2021, a excepción del 2020, cuando cayó al 51%, en medio del inicio de la pandemia, lo que hizo que la economía prácticamente se paralice.
Se observa que de enero a junio la Administración Central ya ejecutó un total de G. 31,5 billones (USD 4.075 millones) para diversos gastos, de los cuales solo esos G. 16,7 billones fueron destinados a los programas sociales.
“Con esto, el promedio de prioridad fiscal en los últimos diez años alcanza el 55%, respecto a los demás servicios de la clasificación funcional del gasto”, añadió la entidad económica.
Si bien sí se registra un aumento en el gasto frente a los años anteriores, explicado principalmente por mayores transferencias a las gobernaciones para la ejecución del programa Hambre Cero en Nuestras Escuelas, también la ejecución general va en aumento, destinada siempre en mayor medida a los salarios del sector público.
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A junio de 2025, los programas sociales de mayor impacto en la ejecución fueron, además de Hambre Cero, los servicios educativos en todos los niveles, servicios hospitalarios para la reducción de la morbimortalidad, pensión para adulto mayor, Tekoporã Mbarete, entre otros.
La estructura del gasto social está compuesto en un 33% por recursos para el sector de Educación, en tanto que el 24% fue para Salud, con desembolsos que totalizaron G. 4 billones, mientras que Promoción y Acción Social, y Seguridad Social muestran una participación del 22% y 18%, respectivamente, detalló el MEF.
Durante su reciente segundo informe de gestión, el presidente Santiago Peña enfatizó bastante en el aumento en el gasto social durante su Administración, lo que fue cuestionado por varios sectores y referentes. Dionisio Borda, ex ministro de Hacienda, sostuvo incluso que, a su criterio, “el país está peor que antes”, sobre todo en el aspecto social.
“No ha habido un retroceso grande de la pobreza, y existe extrema pobreza, si se suma eso, la pobreza multidimensional, que atiende la salud, la educación, el trabajo y otros aspectos, la situación social está peor que antes (...). La situación social no está nada bien, y a esto sumamos que siempre hay manifestaciones de disconformidad”, afirmó Borda en entrevista con ÚH.