La vacuna experimental BNT162b1 “es capaz de generar una respuesta de anticuerpos neutralizantes en humanos a niveles mayores o iguales a los observados en sueros convalecientes, y lo hace a dosis relativamente bajas”, dijo Ugur Sahin, director ejecutivo de BioNTech.
PROCESO. El suero o plasma convaleciente se extrae de la sangre de los infectados con SARS-CoV-2 y que se recuperaron. Los datos preliminares son de un ensayo llamado de fase 1/2 llevado a cabo en EEUU, cuyo objetivo era verificar que la vacuna no fuera tóxica y desencadenara una respuesta del sistema inmunitario para preparar al cuerpo para resistir el virus.
Participaron 45 personas de 18 a 55 años, la mayoría de las cuales recibieron dos dosis con 21 días de diferencia de la vacuna o de un placebo, sin saberlo. Un número relativamente grande de participantes tuvo fiebre después de la segunda dosis, según el estudio publicado en el portal en internet de prepublicaciones científicas medrxiv.org.
La tecnología de esta vacuna se basa en el ARN mensajero, un código genético que se inserta en las células humanas para producir anticuerpos específicos para el coronavirus.
Varias firmas ya publicaron resultados preliminares que indican que sus vacunas experimentales activan una respuesta inmune, después de la fase inicial de sus ensayos clínicos, es decir, en humanos.
VACUNAS. Veintitrés proyectos iniciaron estos ensayos, según la London School of Hygiene & Tropical Medicine, y varios ya pasaron a segunda e incluso tercera fase, consistente en inyectar la vacuna a miles de voluntarios para ver si impide realmente el contagio.
La vacuna de la biotecnología estadounidense Moderna y la de la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca figuran entre las más avanzadas en ensayos a gran escala, así como varios proyectos chinos, en particular el de la empresa CanSinoBIO, que ya obtuvo la autorización para administrarla a soldados del ejército chino.
Hasta ahora, no se aprobó el uso generalizado de ninguna vacuna contra el Covid-19, que dejó más de medio millón de muertos en el mundo y más de 10,6 millones de casos. Habitualmente, el período para que una vacuna esté disponible para uso masivo va entre 12 y 18 meses, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque ahora hay expectativas de acelerar el proceso.
Firma china dobla su producción
La empresa estatal China National Biotec Group, parte del grupo Sinopharm, inauguró ayer un nuevo complejo farmacéutico para la investigación, el desarrollo y la producción de la vacuna, en fase de prueba, contra el coronavirus, que permitirá doblar su capacidad productiva de dosis de estas vacunas. La planta (cuya construcción comenzó en marzo en Wuhan, donde se detectaron los primeros casos del virus) tendrá una capacidad de producción de 100 millones de dosis al año, con lo que multiplicará ésta por dos, considerando la misma capacidad productiva de la planta habilitada en Pekín en abril pasado, informó ayer la firma. El pasado 24 de junio, la farmacéutica estatal china Sinopharm anunció el inicio de la tercera fase de pruebas en Emiratos Árabes de una posible vacuna. EFE