Marisol Ramírez
Con música, coloridas prendas, adornos florales, figuras de pájaros, colibríes, mariposas se recibe a la estación que ingresa en la fecha en nuestro país. Se trata de la primavera, la época del año en la que se renuevan las energías y se alborotan las emociones.
“La estación que antecede al verano tiene como origen etimológico el ‘primer verdor’, con referencia a que en la época primaveral, las plantas reverdecen”, comenta la docente de piano e investigadora de música Rebecca Insaurralde, también facilitadora de metafísica.
La profesional continúa explicando que el reverdecimiento de las plantas fomentó que culturalmente se asocie la primavera a las ideas del renacimiento, la resurrección, la alegría y la juventud.
“Esto se percibe perfectamente en las obras artísticas como la alegoría de la primavera, más conocida como La primavera, cuadro realizado por el pintor Sandro Botticelli, una de las obras maestras del artista renacentista italiano”, detalla.
La docente señala que en metafísica se recomienda escuchar ciertas músicas inspiradas en la época, como ser Las cuatro estaciones, en el fragmento de Primavera, de Antonio Vivaldi; el aria Amarilli mia bella, de Giulio Caccini; la Consagración de la primavera, de Igor Stravinsky; la Sinfonía de la primavera, de Robert Schumann, que le rinden tributo.
La primavera también inspiró la creación de nuestro poeta popular Emiliano R. Fernández, quien describió a la estación de las flores en cuatro obras, entre ellas, Primavera II, la más difundida, y, en consecuencia, la más conocida.
ENERGÍA
Según la docente Rebeca Insaurralde, se podría decir que la primavera, junto con el verano, es la estación que promueve más alegría en las personas. “Inspira al arte en todas sus expresiones (poesía, danza, música, pintura) y genera un cambio de energía radical en las personas del mundo, más aún para los que estudian astronomía y conocen los efectos planetarios combinados con las estaciones del año”, considera.
En cuanto al significado profundo, la facilitadora de metafísica señala que en esta época se revive la fuerza activa dormida en invierno, y “florecen, renacen las energías positivas latentes, como la buena voluntad, el positivismo, el optimismo, el buen humor. Nos plantearnos nuevas metas y sueños, impulsados por la vitalidad e inducidos por esta energía primaveral”.
RENOVACIÓN
En esta estación, las personas se renuevan y se transforman deseosos de vivir mediante la alegría, energía, vitalidad, fe y felicidad. “Para emprender sueños y proyectos tan esperados”, acota.
Para Insaurralde, la primavera hace que afloren sentimientos y sensaciones que impulsan a entregar lo mejor a nuestro entorno.
CAMBIOS ANÍMICOS
Para la sicóloga clínica Celeste Estrada, “el clima afecta al estado anímico según estudios que así lo indican. Así como la deficiencia de la vitamina D que se da en personas que están mucho tiempo con luz artificial y no se exponen a luz solar, pueden presentar síntomas similares a la depresión”, comenta.
Para Estrada, el cambio del invierno a la primavera afecta positivamente en el estado anímico, ya que el clima fomenta una activación en el sentido emocional.
“La persona está más activa, en mayor exposición a la luz solar, se incrementa el aporte de la vitamina D, así como la hormona de la melatonina”, explica la profesional.
En días nublados, las personas tienden a estar más somnolientas, por la falta de luz, lo cual incide en el estado de ánimo. “El buen clima ayuda a planificar actividades sociales o individuales al aire libre, la época se presta para mayor activación conductual y social que beneficia al individuo”, finaliza.
Renovarse internamente
La ayurveda brinda consejos para renovar el cuerpo. Propone desayuno ligero, consumir durante el día agua caliente con jengibre con un poco de limón y miel (esta última se coloca cuando el agua ya no está muy caliente). Comer solo cuando se siente hambre, no picar entre comidas principales, en vez de esto, tomar jugos de fruta de estación recién exprimidos o consumir la fruta madura. Esperar la digestión de 3-5 horas para hacer la siguiente comida principal. Consumir arroz basmatí, pan sin levadura, frista sin aceite ni grasa, sopa ligera.