La ordenanza había sido promulgada a mitad de noviembre del año pasado, pero a dos meses de su elaboración no pasó de los papeles a la práctica, atendiendo a los antecedentes. Mientras tanto, el domingo se viralizó un video en el que un conductor le somete a una golpiza a uno de los adolescentes, en uno de los puntos conflictivos de la ciudad.
La disposición establece que la Policía de Tránsito era la encargada de retirarlos de las calles y en caso de que tengan dificultades debían recurrir a la Policía Nacional y el Ministerio Público, para dar cumplimiento a la ordenanza municipal.
Por otro lado, también faculta a la Comuna a realizar convenios con instituciones educativas para enviar a los adultos a aprender oficios y poder buscar fuentes de trabajo formal, además de recurrir a las instituciones para la desintoxicación de los adictos y trasladar a los albergues a los niños. Se buscó la manera de evitar la exposición de menores a los problemas propios de las calles como la prostitución, adicción y explotación laboral, atendiendo al texto de la ordenanza.
la codeni. En ese contexto, consultamos con el director de Desarrollo Social, quien reconoció que la Municipalidad no tiene el poder coercitivo para aplicar dicha ordenanza. Si bien la Codeni tiene un respaldo legal para retirar a los niños de las calles, la Dirección de Desarrollo Social no puede obligarles a los limpiavidrios a abandonar la actividad, conforme a la versión de Martínez, porque no está penada la actividad.
“Desde agosto del año 2019 trabajamos con las personas en situación de calle y logramos reinsertar a unas 15 personas, pero por la inactividad ocasionada por la pandemia, algunos recayeron en sus vicios”, afirmó Martínez.
“No podemos obligarles, porque no existe una figura jurídica contemplada como actividad callejera, ser limpiavidrios no está penado, no figura como hecho delictivo”, agregó. El funcionario sostuvo que más de 130 personas en situación de calle son atendidos por los funcionarios y voluntarios, con ducha, ropa limpia y abrigos en casos necesarios.
“Algunos viven en la calle y otros en sus casas, es actividad rentable y no tienen interés en dejar de hacerlo” dijo. Tampoco la Policía Nacional, que es la que tiene facultad de utilizar la fuerza puede realizar la tarea de sacar a los limpiavidrios de las calles, salvo que cometan algún hecho delictivo.