LO TÉCNICO. La expresión “imperativos técnicos” combina los “imperativos kantianos” con el “mandato técnico-científico”, derivado de la concepción moderna de la técnica y de la ciencia, en la definición dada por el austríaco Karl Popper. Todo ello debe estar puesto en relación con las políticas públicas hacia el desarrollo sostenible, definido como prosperidad compartida ahora y mañana.
LO IMPERATIVO. Más allá de su acepción de exigencia inexcusable, imperativo moral se usa para hacer referencia a la obligación que uno se autoimpone en temas éticos. Para el alemán Immanuel Kant, el imperativo categórico regula el comportamiento de las personas en sus diversas manifestaciones. La ética kantiana establece que se sustenta en tres principios básicos: El primero es el que determina que una persona debe obrar humanamente tanto para sí misma como para el resto y siempre teniendo claro el fin. El segundo establece que esa persona debe obrar intentando o deseando que su acción alcance cotas de máxima excelsa. Y el tercer principio es que ese individuo debe considerarse un legislador en el mundo de fines u objetivos universales. En materia de políticas públicas, hay que asegurar el “imperativo legal”. Con él se define una acción concreta que no sólo está registrada como tal formalmente sino que también es vinculante desde el punto de vista jurídico.
COMBINACIÓN. El uso cotidiano de “técnico-científico” suele simplificarse solo en “técnico”, pero en su original sentido abarcante. Su definición primigenia ha sido dada, en términos ortodoxos, por Karl Popper, cuya última fase prolífica tuvo lugar en Gran Bretaña. Lo científico es la dialéctica “hipótesis, tesis y teorías”, en su permanente confrontación con la realidad. Refrendada por ella, la hipótesis adquiere el rango superior de tesis y ésta el de teoría. Pero acaban con su existencia en el momento en que en la contrastación con la realidad no consiguen reafirmarse. En ese “proceso de falsación” surgen nuevas hipótesis, tesis y teorías sólo hasta que nuevamente pierdan su poder de información sobre la realidad. Y así sucesivamente.
IMPERATIVOS TÉCNICO-CIENTÍFICOS EN POLÍTICAS PÚBLICAS. A los efectos de la utilización de los aportes de Kant y de Popper en la concepción y puesta en práctica de políticas públicas hacia el desarrollo sostenible, debe entenderse por teorías aquellas que han conseguido, por lo menos hasta el momento, afianzarse en su contrastación con la realidad. He aquí tan solo 3 ejemplos, entre muchos otros, y solamente en la macro-economía:
INFLACIÓN. Es resultado de la impresión de billetes por encima de producción y productividad, es decir por encima del aumento del producto. También aumenta el nivel de precios de los bienes y servicios, que conforman el producto, tantas veces como un billete cambia de tenedor en la compra-venta de los mismos. La velocidad circulatoria del dinero también puede acelerar la inflación. Esta es la más injusta por regresiva e imperceptible apropiación indebida de dinero, restando poder adquisitivo a su tenedor.
DÉFICIT FISCAL. Ocurre cuando los ingresos públicos son inferiores a sus egresos (gastos más inversiones). Los saldos rojos en Hacienda deben ser cubiertos por “alguien”: Esa persona puede ser el contribuyente o un dador de créditos, sea una física o jurídica, como un banco o una financiera o una cooperativa. Puede ser nacional o extranjera. Tarde o temprano habrá que devolver capital e intereses del dinero tomado en préstamo so pena de sanciones onerosas. Endeudamiento público es proyección a futuro del déficit fiscal. Si no se lo puede pagar hoy, quedará a cargo de generaciones futuras, con repercusiones, ya en la presente, sobre inflación y devaluación.
FLANCO EXTERNO. En relaciones económicas con el exterior, la Balanza de Bienes y Servicios (Cuenta Corriente) y la de Capital (Inversiones y Préstamos) deben ser tendencialmente iguales, en sus saldos acumulados. Si la Balanza de Pagos Internacionales tiene una Cuenta Corriente mayor que la de Capital, merman Reservas Monetarias; si la de Capital es mayor, aumentan.
Ignorar los “imperativos técnico-científicos en políticas públicas” es sumir al país en incertidumbre y peligros para Estado de Derecho en democracia (continuará).
