“Ya sabemos cómo iba a desarrollarse la noche: activistas me amenazan con un linchamiento público”, indicó este jueves Roman Polanski en un comunicado.
El cineasta recordó que grupos feministas han convocado incluso manifestaciones frente a la sala en la que tendrá lugar la ceremonia, que en su 45ª edición estará marcada también por las críticas de muchos profesionales del cine a la Academia francesa.
“Promete parecerse más a un simposio que a una fiesta del cine francés para recompensar a sus mayores talentos”, aseguró en un comunicado enviado a la agencia AFP el director franco-polaco, sobre quien desde noviembre pasado pesa una nueva acusación de violación.
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Polanski, que cuenta ya con siete premios César, opta con J’accuse a 12 estatuillas, entre ellas las de mejor film y director, lo que provocó un enorme escándalo en diferentes sectores.
La actriz Adèle Haenel, que denunció por acoso sexual al cineasta Christophe Ruggia, indicó hace unos días que “premiar a Polanski sería escupir a la cara de todas las víctimas” porque supondría “decir que no pasa nada por violar a mujeres”.
La asociación Osez le féminisme convocó a una manifestación frente a la sala Pleyel durante la ceremonia.
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Frente a ese panorama, Polanski afirmó que prefiere “no afrontar a un autoproclamado tribunal de la opinión pública dispuesto a pisotear los principios del Estado de derecho para que lo irracional triunfe de nuevo”.
La ceremonia, en la que la otra gran favorita es Les Misérables, de Ladj Ly, también con 12 candidaturas, se anuncia bajo una gran tensión.
Al rechazo que provoca Polanski se suman las críticas por falta de transparencia y hermetismo a los dirigentes de la Academia, que hace unos días anunciaron su dimisión en bloque.