–¿Cuál es su punto de vista sobre la designación de Gustavo Leite como embajador? ¿Cuál sería el motivo?
–Los motivos probablemente obedecen a varios factores. Desde el punto de vista de su formación y trayectoria, el senador Leite reúne los requisitos para un cargo así. Tiene experiencia diplomática, habiendo además vivido y estudiado en Estados Unidos. Además, Gustavo Leite lideró en su momento Pro Paraguay (entidad antecesora de Rediex para la promoción de productos paraguayos en el exterior), brindándole conocimientos que le serán de utilidad para gestiones de atracción de inversiones y aumento de nuestras exportaciones a los Estados Unidos. Más allá de eventuales roces con el presidente Santiago Peña, ambos comparten el mismo proyecto político y, en líneas generales, una visión compartida de la estrategia de desarrollo para el país.
–Llama la atención que Leite y Peña nunca tuvieron afinidad; sin embargo, fue nombrado por él. ¿Qué significado tendría este hecho?
–Si bien Leite y Peña han tenido algunos roces, pertenecen a la misma corriente dentro del partido de gobierno. El nombramiento pudo haber sido el resultado de una solicitud de su movimiento político, quizá incluso del presidente del Partido Colorado, para llevar la representación del país ante Washington. Al mismo tiempo, si se asume que el conflicto entre ambos es significativo, podría tratarse de una estrategia de exilio dorado por parte del presidente Peña para alejar del espacio político a un interlocutor que lo incómoda.
–¿Cuál sería la misión de Leite como embajador?
–Considero que Gustavo Leite tendrá misiones tanto en lo político como en lo económico. En cuanto a nuestro relacionamiento político-diplomático con Estados Unidos, el actual gobierno paraguayo ha optado por un férreo alineamiento con la política exterior de Washington, incluyendo, por ejemplo, un total apoyo a las acciones de Israel en Gaza y en la reciente guerra con Irán. Es muy probable que, en su rol de embajador, Leite se concentre en reforzar el acercamiento al actual gobierno estadounidense. Es importante recordar que, a pesar del alineamiento de nuestra política exterior con la de Estados Unidos, este último país no mostró reciprocidad durante el proceso de postulación de nuestro canciller, Rubén Ramírez Lezcano, al cargo de secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), dando solo un tibio apoyo a dicha candidatura, que terminó sin éxito. Posiblemente, para evitar otro episodio como este, Leite querrá asegurarse de que exista mayor sintonía respecto al apoyo mutuo en cualquier iniciativa que cualquiera de los dos países emprendiera. En el campo económico, Leite tendrá la misión de atraer inversiones al país y de abrir mercados para los productos paraguayos en los Estados Unidos, gestiones en las que ya posee una significativa experiencia.
–¿Podría haber alguna relación con las designaciones de significativamente corrupto de Cartes y otros?
– Podría darse el caso de que Leite, en su calidad de representante diplomático, haga gestiones de cabildeo para que se levanten las sanciones de significativamente corruptos a Horacio Cartes y otros conciudadanos, intentando aprovechar el hecho de que el actual gobierno norteamericano tiene una ideología más cercana a la del Partido Colorado que el gobierno de Joe Biden. Sin embargo, creo importante señalar que la Orden Ejecutiva 13818, por la cual se establecen sanciones y designaciones, la firmó precisamente el presidente Donald Trump en su primer mandato. Por otro lado, cada sancionado tiene el derecho de solicitar el levantamiento de sanciones y designaciones a la Oficina de Control de Activos en el Extranjero (OFAC) del Departamento del Tesoro del Gobierno de los Estados Unidos cuantas veces lo desee, debiendo presentar pruebas de que las situaciones que generaron las sanciones ya no existen, por lo cual en teoría no requerirían una gestión especial de nuestro embajador en Estados Unidos para el levantamiento de sanciones y las designaciones.