Lejos de las grandes ciudades, los pobladores de María Auxiliadora, Departamento de Alto Paraguay, se enfrentan a un desafío cotidiano.
Diariamente tiene corte de luz, según comentó Domingo Segovia, un vecino que cansado de esta situación habló con Última Hora para descargarse.
Los cortes no solo se traducen en la falta de luz, sino que paralizan todas las actividades que dependen de la electricidad, desde la conservación de alimentos en heladeras hasta el funcionamiento de pequeños comercios.
A esto se añade la alta temperatura, además repercute en la comunicación telefónica.
“Estamos cansados de esta situación. No podemos tener algo en la heladera por mucho tiempo porque sabemos que en cualquier momento se va la luz por largas horas, o incluso por un día entero”, comentó el vecino.
La fragilidad del suministro afecta gravemente a los comercios y emprendimientos locales cada corte significa que los productos perecederos se pueden echan a perder que representa un golpe muy duro para la economía.
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La infraestructura obsoleta y la falta de inversión parecen ser las causas principales de una situación que se repite con frecuencia.
Los pobladores sienten que, por estar en una zona aislada, sus reclamos son ignorados, dejándolos en un estado de vulnerabilidad y resignación.
La esperanza de los habitantes de María Auxiliadora es que sus reclamos sean finalmente escuchados y se tomen medidas concretas para garantizar un servicio digno y estable, que les permita vivir y trabajar sin la constante incertidumbre.