Ante los jueces Federico Rojas, María Luz Martínez y Karina Cáceres, se dieron esta siesta los alegatos finales de las fiscalas Elva Cáceres y María Irene Álvarez, en lo relativo a las penas para los acusados.
Con ello, pidieron la pena de 25 años de cárcel para Miguel Ángel Servín, alias Miguel Celular, teniendo en cuenta su responsabilidad en los hechos investigados, conforme señalaron las agentes del Ministerio Público.
Igualmente, requirieron las condenas de 18 años de encierro para Alberto Ayala Jacquet; 13 años de prisión para Ricardo Ariel Aquino; 10 años de reclusión para Andrés Mauricio Fernández, todos por los delitos de tenencia y tráfico de sustancias estupefacientes.
Los mismos ya fueron declarados reprochables en la primera parte del juicio oral, con lo que ahora se estudia la pena a ser aplicada por parte del Tribunal de Sentencia que juzga la causa.
El caso se relaciona con el Operativo Bellia, donde se dio la incautación del cargamento de 2.906 kilos de cocaína hallados entre el 19 y 21 de octubre de 2020, los que estaban ocultos en bolsas de carbón vegetal dentro de contenedores listos para ser embarcados desde el puerto Terport, en Villeta, con destino a Bélgica e Israel.
Luego de los alegatos finales, el Tribunal de Sentencia dispuso la continuidad del juicio oral para el próximo 11 de noviembre, a las 11 horas, donde las respectivas defensas presentarán sus alegatos finales respecto a las penas.
En esa audiencia, seguramente, los defensores requerirán las penas mínimas para los encausados, ya que al ser declarados responsables de los hechos investigados, ya no corresponde el pedido de absolución.
En el caso, también estuvieron procesados Cristian César Turrini Ayala, quien en un juicio oral anterior había sido condenado a 20 años de cárcel por tráfico internacional de drogas y asociación criminal.
En su caso, la condena ya se encuentra firme, teniendo en cuenta la resolución de la Sala Penal de la Corte, que declaró inadmisible el recurso promovido por la defensa del encausado.
A raíz del caso Turrini, que se dio dentro del caso Swiffer, surgieron indicios importantes como las identidades de los integrantes de la estructura narco en el Paraguay.
Fue así que toda la información colectada en el citado caso dio origen al Operativo Belia, donde se estableció la supuesta conducta de Miguel Ángel Servín como presunto líder de la red, y en ese carácter contaba con la cooperación de Alberto Ayala Jacquet.
Igualmente, según la acusación fiscal, el ahora condenado Turrini también tenía la ayuda de Ricardo Ariel Aquino, encargado de conseguir el carbón del Chaco paraguayo, para ser exportado luego al destino escogido.
Además, estaban como colaboradores Andrés Fernández, que, según la Fiscalía, utilizaba su cuenta bancaria para efectivizar el producto de la comercialización de la droga, a más de la compra de carbón y otros insumos necesarios para el envío de la cocaína a través de la firma Quattro A.