El nuevo decreto establece que no habrá aumentos salariales generalizados, se restringirá la creación de cargos y se prohibirán los gastos superfluos. El MEF apunta a mejorar la calidad del gasto sin aumentar el presupuesto.
El decreto endurece las restricciones que ya existían y agrega nuevas prohibiciones específicas para gastos, un control más fuerte sobre aumentos salariales, creación de cargos y exige una mayor vinculación del gasto público a resultados medibles.
El documento señala que se restringen los incrementos salariales, excepto los vinculados al salario mínimo, que deberán ajustarse estrictamente en la misma proporción; se prohíben los gastos superfluos, como souvenirs, arreglos florales, catering institucional, agasajos y celebraciones, y se impide la creación indiscriminada de nuevos cargos públicos.
Óscar Lovera, viceministro de Administración Financiera del MEF, explicó a Última Hora que las prohibiciones ya estaban vigentes para los lineamientos del PGN 2025 y que se asocian a leyes o criterios que ya fueron definidos anteriormente.
Sin embargo, enfatizó que ahora “los puntos relacionados con la planificación y las compras públicas fueron reforzados para que las entidades basen su programación en evidencia histórica”.
El decreto también establece que los organismos y entidades del Estado (OEE) no podrán solicitar aumentos presupuestarios más allá de los techos definidos por el MEF.
Solamente podrán plantear solicitudes adicionales para crecimiento vegetativo o reprogramaciones internas, sin alterar el tope asignado.
En cuanto a la política salarial, Lovera indicó que “los aumentos deben ser analizados en función de la estimación de ingresos y el resultado fiscal previsto para el 2026”. Es decir, no se descartan ajustes mínimos, si las condiciones fiscales lo permiten.
Respecto a los gastos superfluos, el viceministro recordó que “esto viene de la Ley de racionalización del gasto y son ampliados por el decreto”.
calidad del gasto Finalmente, Lovera destacó que el verdadero objetivo detrás de estas restricciones es mejorar la calidad del gasto público para el siguiente ejercicio fiscal. “Más allá de ser austeros, se busca la eficiencia de los recursos, usarlos mejor para generar el mayor impacto sin aumentar el presupuesto”, subrayó.
El Poder Ejecutivo promulgó el viernes último el decreto que sirve como base para que todos los organismos y entidades del Estado elaboren sus anteproyectos presupuestarios, alineados con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo.
El MEF apunta a que el PGN sea elaborado también en consonancia con el plan de convergencia fiscal que busca reducir gradualmente el déficit fiscal hasta alcanzar el límite del 1,5% del producto interno bruto (PIB) en 2026, conforme a lo establecido por la Ley de Responsabilidad Fiscal.