Argentina liberó los 29 camiones cargados con GLP que estaban retenidos en el Puerto Pilcomayo, Clorinda, y existe un compromiso del Gobierno vecino de saldar la deuda por el uso de energía de Yacyretá, (USD 93 millones) –anunciado por el vicepresidente de la República, Pedro Alliana–; queda pendiente resolver el conflicto por el peaje para recomponer las relaciones entre ambos países.
Tras mantener una posición inamovible respecto al cobro en la hidrovía, el Gobierno de Alberto Fernández mostró su intención de disminuir la tensión que tuvo como punto de partida la disposición unilateral del vecino país.
RECHAZO AL PEAJE. La decisión unilateral de Argentina de establecer el cobro de USD 1,47 por tonelada de registro neto por productos internacionales, en concepto de peaje en la hidrovía, aplicado a las barcazas que utilizan el tramo del río Paraná comprendido entre el Puerto de Santa Fe y la confluencia con el río Paraguay, fue el punto de partida del conflicto entre ambos países.
La medida del vecino país fue cuestionada por Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay, quienes integran el Comité Intergubernamental de la Hidrovía (CIH), durante su última reunión celebrada el pasado mes de agosto en Bolivia. Por su parte, Argentina se ratificó en su postura e incluso retuvo barcazas paraguayas que decidieron no abonar el tributo.
VENDETTA. Una interdicción sobre una carga de combustibles, en reclamo de facturas por el peaje, desató la crisis. Paraguay respondió con una serie de acciones, como el retiro de más energía que le corresponde de Yacyretá, el retiro de su apoyo a la Argentina ante organismos multilaterales y una denuncia ante el Mercosur.
La respuesta argentina fue la arbitraria retención de camiones cargados con GLP que tenían como destino el mercado paraguayo, situación subsanada en los últimos días.
La crisis entre ambos países podría resolverse esta semana, con una nueva reunión intergubernamental sobre la hidrovía, que tendrá lugar en la capital argentina en los siguientes días.