La calle Palma se transformó el pasado sábado en un gran escenario cultural con motivo de los 100 años de la guarania, el género musical más emblemático del Paraguay y declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La tradicional feria Palmear ofreció una edición especial titulada Palmeando con guaranias, que reunió durante doce horas a músicos, escritores, bailarines y artistas visuales en un homenaje vibrante a la creación de José Asunción Flores.
Desde las 11:00 de la mañana hasta la noche, miles de personas recorrieron el Centro Histórico de Asunción y disfrutaron de un despliegue artístico que convirtió a la emblemática arteria capitalina en una verdadera fiesta popular. Hubo música en vivo, danza, literatura, exposiciones y gastronomía típica, en un ambiente que unió generaciones y celebró la identidad paraguaya.
Un festival de talento
Entre los protagonistas de la jornada se destacaron el Ensamble y Plantel Sinfónico de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), los elencos del Instituto Superior de Bellas Artes (ISBA), el Ensamble Musical de Formosa (Argentina), los elencos de Acción Cultural de la Municipalidad de Asunción, el proyecto Arpa de Papel, la Asociación de Escritores del Paraguay y la Banda de Músicos de la Policía Nacional.
A lo largo del día también se sucedieron ensambles de cámara, folclórico y fusión hasta llegar al gran cierre con la Orquesta Sinfónica Nacional, que emocionó al público con un repertorio inolvidable.
Una fiesta cultural para todos
La directora general de la OSN, María Victoria Sosa, había destacado en una nota con Última Hora el valor de este encuentro como parte de un año especialmente dedicado a la guarania.
“Estuvimos muy felices de vivir los 100 años de la guarania, conscientes de la responsabilidad de llevarla en sus diferentes manifestaciones –popular, contemporánea, sinfónica y universal– a todos los espacios, tanto a nivel nacional como internacional”, expresó.
Sosa también había resaltado la importancia de involucrar a las nuevas generaciones en este proceso:
“Queremos que nuestra identidad se siga transmitiendo de generación en generación. Por eso impulsamos conciertos didácticos para niños y apoyamos a nuevos compositores, cuyas obras grabamos este mes con la Orquesta Sinfónica Nacional”, comentó.
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La guarania en la calle Palma
El escenario elegido para esta conmemoración no fue casualidad. Las calles del Centro Histórico, que guardan la memoria de José Asunción Flores, fueron el telón de fondo para este homenaje.
“Tomamos la posta de hacer este homenaje en las calles donde seguramente Flores caminó, se inspiró, miró nuestra cultura y la tradujo en su obra. Queríamos que esa misma gente, ese mismo público de hoy, pudiera conectarse con la guarania”, señaló Sosa.
Palmear, que en cada edición acerca el arte y la cultura al ciudadano, se convirtió en esta ocasión en un festival interdisciplinario donde la guarania se sintió en cada esquina: en la música, en la danza, en la literatura, en las artes visuales y en la memoria colectiva.
Resonancia internacional
Más allá de la fiesta local, la celebración reafirmó el lugar de la guarania en el escenario mundial.
“La guarania gana un estatus de relevancia internacional que permitirá que Paraguay resuene más fuerte en el mundo. Es un puntapié fundamental para proyectar nuestra identidad cultural”, afirmó la directora de la OSN.
La edición especial de Palmear fue, en definitiva, una jornada histórica en la que tradición y contemporaneidad se encontraron en el corazón de Asunción. La guarania, a cien años de su nacimiento, volvió a ser protagonista, recordándole al país y al mundo que sigue viva, evolucionando y emocionando con la misma fuerza con la que José Asunción Flores, la soñó.
Las actividades en el marco del año internacional de la guarania continuarán durante los próximos días y culminarán con una gran actividad el próximo 3 de diciembre, cuando se cumpla el primer aniversario de reconocimiento del género como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.