El pacto político entre el oficialismo y la disidencia se concretó en la Junta Municipal de Asunción, ayer, con la elección de Luis Bello como intendente interino de la Comuna, por 15 votos.
Así, sin mayores trámites, un concejal suplente que ingresó el 30 de agosto de 2023 se muda al despacho recientemente desocupado por su correligionario Óscar Nenecho Rodríguez, quien renunció antes de la presentación de la auditoría a su gestión.
Bello también proviene de Honor Colorado y su padrino político es el presidente de Diputados, Raúl Latorre.
La confirmación se dio tras votación vía papeletas. Antes de su elección, y posterior juramento, concejales disidentes y opositores pronunciaron discursos apuntando a la transparencia y a la unión.
El concejal Álvaro Grau solicitó a la Junta repudiar las acciones del “matón de esquina”, con referencia a Rodríguez, por los supuestos mensajes de amenaza al interventor Carlos Pereira.
Por su parte, Pablo Callizo destacó el cierre de un “capítulo triste para Asunción” y pidió no elegir a intendentes de la misma línea política.
Mientras que la disidente Rosanna Rolón espera que el nuevo jefe comunal se “comprometa con la honestidad” y no sea “cómplice” ni “encubridor” del ex intendente.
Desde el oficialismo celebraron que el Poder Ejecutivo respetara la “democracia” porque no “obstruyeron el proceso de la intervención”, a pesar de que Rodríguez pertenece al mismo signo partidario.
Según la descripción “anónima” de César Escobar (ANR-HC), Bello es sinónimo de “transparencia, sinceridad, temor de Dios, miembro del partido protagonista de permitir la intervención”.
De acuerdo con las informaciones que se manejan, el precandidato colorado para la Presidencia de la República Arnoldo Wiens y Latorre fueron los negociadores claves para que el cartismo mantenga el feudo en Asunción.