Las fiestas de fin de año suelen tener una gran influencia en las emociones de las personas. Estas celebraciones pueden estar cargadas de expectativas y tradiciones, lo cual puede generar tantto emociones positivas como negativas. Por un lado, las fiestas de fin de año están asociadas con la alegría, la felicidad y la celebración. Muchas personas disfrutan de reunirse con sus seres queridos, compartir comidas y regalos y celebrar el año que está por terminar.
Estas experiencias pueden generar emociones positivas como la alegría, la gratitud y el amor, fortaleciendo los lazos familiares y creando recuerdos felices.
Sin embargo, también es común que las fiestas de fin de año generen estrés y ansiedad. Las expectativas sociales y familiares pueden generar presión para que todo sea perfecto, lo que puede llevar a sentirse abrumado y agotado.
Además, algunas personas pueden experimentar sentimientos de tristeza o nostalgia durante estas fechas, especialmente si han perdido a seres queridos o si están pasando por momentos difíciles en sus vidas.
Es importante tener en cuenta que las emociones durante las fiestas de fin de año pueden variar de una persona a otra. Cada individuo tiene sus propias experiencias y circunstancias, por lo que es importante respetar y validar las emociones de los demás. Además, es fundamental cuidar de nuestra salud emocional durante estas fechas, estableciendo límites, practicando el autocuidado y buscando apoyo si es necesario.
En resumen, las fiestas de fin de año pueden tener una gran influencia en las emociones de las personas. Pueden generar tanto emociones positivas como negativas, por lo que es importante ser conscientes de nuestras propias emociones y cuidar de nuestra salud emocional durante estos tiempos.
Por último, algunas orientaciones a tener en cuenta son bajar el nivel de exigencia de cara a las fiestas y tener expectativas realistas. Ser optimista y tener buena actitud. Tener una rutina de actividad física y hacer vida al aire libre. Mantener una dieta balanceada, rica en frutas y verduras, ya que una buena alimentación ayuda a lograr una mayor concentración.
* Magíster en Sicología Clínica y Especialista en Sicología Jurídica y Forense - CENPCI.org