El ex senador del Frente Guasu y candidato a vicepresidente, Jorge Querey, ensayó dos alternativas que puede recoger la oposición para intentar llegar a la alternancia política en el país. Para ello, consideró poner en práctica un amplio debate y hallar la figura aglutinante y con un liderazgo capaz de seducir al electorado, pero sobre la base de unas reivindicaciones y propuestas que sean fruto de un gran arrastre y que sean irrebatibles. También citó la otra pata del plan que debería ser con base en un nuevo contrato social, un “nuevo relato” o discurso de estos tiempos, similar al que aglutinó a los sectores democráticos cuando se vivía en dictadura.
Para el ex senador, este contexto de hegemonía colorada en todos los niveles, también desprende un clima de tensión por fuera y dentro del Gobierno, lo que da paso a distintas aristas de composición de la oposición en torno a un proyecto.
“Si bien se ve una hegemonía potente del sector cartista en los tres poderes, todo este disenso ciudadano, de aliados e incluso dentro mismo de Honor Colorado genera una grave tensión con propios y extraños”, expresó.
Dijo que tanta concentración de poder generará una ruptura, dado que el poder intentará “alineamiento coercitivo o por el garrote judicial o la fuerza”.
“Y en ese contexto como se está echando a andar esta situación, tengo una visión no pesimista pero optimista. Hay un nuevo relato a partir de construir, a partir de esta mirada hegemonista. Cuando en la era Stroessner teníamos esta visión, que si se va a estar mejor era cuando terminara la dictadura y se agotara... luego de esto, ya en democracia, se queda sin relato la oposición y la propia cúpula colorada se reconstruye en su interior deshaciéndose del tirano”, refirió.
Luego, para Querey la manera de hallar el eje alrededor del cual surja un proyecto para el 2028, consideró que sería el encontrar esa figura de “arrastre” con el liderazgo tal que sobre ideas claras venza a la élite gobernante que expresó es en gran medida “colorado cartista”, aunque integrada también por otros satélites.
“Hallar un liderazgo potente y un nivel de arrastre tal que suscite una seducción, un alineamiento, que puede gustarnos o no. Pero ninguno de nosotros (en la oposición), desde mi punto de vista hoy, tiene eso. Alguien con ese tipo de relevancia”, manifestó.
Otro camino. Para el ex legislador está la alternativa que nazca de un proyecto más a mediano o largo plazo y que sea previsible. Todo esto bajo la idea de un nuevo “relato”, capaz de suscitar el interés y generar empatía en la gente. Construir otro relato sobre los diez ‘mandamientos’, un nuevo acuerdo, donde la gente, la prensa, los influencers, el sector clase media, obrera, progresista y democrático se convenza de ese decálogo que debe ser el diálogo. Vamos a andar hacia la tierra prometida, pero vamos a estar en el desierto un tiempo... De eso, debemos ser conscientes”, indicó.
Dijo que bajo estos preceptos, existe hoy gente muy interesante y con la influencia tal que podría echar a andar ese proyecto. Expresó que hoy entre los actores políticos no hay ese clima de consenso, pero “que se debe generar una ola”. ”Qué vamos a hacer en el plano de salud, qué vamos a hacer con los industriales, con los ganaderos. Con nuestras relaciones con EEUU, Taiwán y Rusia. Explicar el beneficio en salud, cómo vamos a lograr poner dinero en el bolsillo del trabajador para que su familia sea más feliz, cómo tener mejor educación y posibilidad de mejorar su nivel de vida”, dijo.
Saguier: “Una crisis, por un lado, es riesgo y, por el otro, es oportunidad”
El ex titular del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y ex senador Miguel Abdón Saguier apuntó que la oposición y, en particular, su sector, deben ejercer su rol, ponerse del lado de la gente y denunciar los atropellos de una “hegemonía excluyente”, que daña y pone en peligro la democracia.
Para el ex legislador, ante el decaimiento en la credibilidad de la clase política, se debe apelar a unir a una sociedad en torno a intereses nacionales.
“Hay un gran desprestigio de la clase dirigencial de mi partido. No solamente es la política parlamentaria. Ocurre lo mismo en los otros organismos de representación popular... en las juntas de las gobernaciones... Y ahí viene una cuestión muy importante. Que la oposición tenemos que hacer todos. Y convocar a la ciudadanía a hacer esas manifestaciones de repudio. Tenemos que apelar al liderazgo”, refirió.
Señaló que dentro del contexto de crisis en el que se vive, también puede haber una oportunidad para el cambio.
“Estamos pasando una crisis, que, por un lado, es riesgo y, por el otro, es oportunidad. Y creo que esta es una oportunidad para corregir una serie de errores, falencias y fracasos”, apuntó.
“La crisis que estamos sufriendo es a raíz de la derrota dura y asimismo es consecuencia de que la línea asumida por el partido no es respetada ni considerada por sectores que buscan su beneficio particular”, aseveró.
Finalizó diciendo que al Partido Colorado, que se rige por la “autocracia” y bajo mandatos imperativos que se cumplen –por parte de sus seguidores–, hay que ganarle “con mucho trabajo, con dedicación, con formación de cuadros y con reivindicaciones por sobre todo en materia de justicia social”.
Reconoció que hoy el PLRA perdió esa organización de cuadros porque el trabajo “político” desde la cúpula no llega a la dirigencia que está diseminada por todo el país.