En la misa de Caacupé celebrada ayer, el obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, expresó su preocupación por la situación de violencia y miedo que se vive en Paraguay.
Al iniciar su homilía, el obispo lamentó que el país esté experimentando un “Halloween real, de terror”, con una creciente ola de violencia y delincuencia que afecta a todos los sectores de la sociedad todos los días.
Valenzuela recordó que el viernes pasado vio que los niños salían con disfraces por el Día de Halloween de las escuelas, incluso con armas de juguetes. “Estaban disfrazados de monstruos, dráculas, Frankenstein y “otros bichos feos”, lamentó.
Remarcó que el verdadero terror no tienen máscaras y que el país tiene Halloween todos los días. “Tenemos los Halloween que pululan por nuestras calles y ellos no tienen máscaras de Drácula, a rostro vivo, descubierto. No tienen en sus manos juguetes, son armas de verdad, cuchillos, machetillos, pistolas, ametralladoras, bombas”, refirió.
El religioso lamentó que esas acciones nocturnas son las que infunden “el terror y el miedo”. “Eso es lo que llamamos nosotros, la noche oscura de esta nuestra sociedad y así comenzamos desde pequeño para llegar a grande, a ser estos que siembran en la noche oscura el terror. Y el Evangelio nos recuerda precisamente hoy que el sepulcro está vacío y esta noticia ha cambiado todo, aunque no para todos”.
En otro punto, resaltó los actos de violencia y la falta de valores humanos. “Vemos cómo la violencia, los ataques contra la vida y la familia, el desprecio por los valores humanos, valores cristianos, todo esto va ganando terreno. Y eso lo vemos nosotros, constatamos. De frente a este tiempo tan lleno de incertidumbre, muchas veces el miedo, la tristeza o la desesperanza se apodera de nosotros”, expuso.
El celebrante litúrgico resaltó que el Evangelio nos recuerda “que el sepulcro está vacío y esta noticia ha cambiado todo, aunque no para todos” e indicó que “es una piedra de tropiezo “si no nos abrimos a la buena noticia”.
“¿Cuántas veces buscamos la vida entre las cosas muertas?, entre las cosas que no pueden dar vida, entre las cosas que hoy están y mañana ya no están, las cosas pasan ¿Por qué buscas entre los muertos al que vive?”, refirió.
Instó a no engañarse con promesas “de dinero, te promete poder, privilegio, placeres y luego no te da nada. Te estafó, te robó, te dejó completamente vacío”, finalizó.
“La muerte es el amanecer”
Durante la misa en la Catedral de ayer, el cardenal paraguayo recordó el Día de los Difuntos y resaltó que es un día muy importante para recordar a los seres queridos que han partido.
“Hoy en la Conmemoración de los Fieles Difuntos recordamos a nuestros seres queridos que han partido antes que nosotros. La liturgia pone estas dos celebraciones juntas porque la vida, la muerte y la resurrección forman un único camino hacia Dios. Ayer, contemplábamos la meta; hoy abrazamos el camino. Entre ambas realidades se tiende un puente de esperanza”. Resaltó que la muerte no es el final, sino un paso hacia el abrazo de Dios. “La muerte es el amanecer definitivo, donde lo que buscábamos por la fe se vuelve visión”. Dejó un mensaje de esperanza: “Que el Señor nos conceda vivir nuestra vida como camino hacia Él, con amor y confianza, para que, cuando llegue nuestra hora, podamos atravesar el velo amando. Finalizó al recordar que en este Año Santo Jubilar, la Iglesia llama a los fieles a ser “Peregrinos de la Esperanza”.