En una singular y emotiva ceremonia, nueve parejas unieron sus vidas en matrimonio, y lo más llamativo del caso es que dieron el sí, quiero estando tras las rejas. La ceremonia se realizó por primera vez en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú.
Los reclusos que decidieron dar este paso participan en distintos programas de reinserción social que tiene el Ministerio de Justicia.
El solemne acto fue realizado en la mañana ayer, en el pabellón Libertad, que forma parte del penal.
También tuvo lugar una celebración religiosa, que estuvo a cargo de 11 pastores que llegaron desde Estados Unidos y Cuba.
Todos los reclusos que este sábado dieron el sí, quiero están procesados y condenados. Los novios son parejas estables que llevan años juntos, muchos ya tienen hijos, inclusive.
Todos los reclusos y sus parejas estuvieron acompañados de sus familiares, que fueron testigos de la ceremonia, en la que juraron ante Dios estar juntos hasta el final de sus vidas.
Para el Ministerio de Justicia, con el matrimonio se busca que los reclusos tengan una reinserción espiritual.
Los encargados del pabellón Libertad costearon todos los gastos, incluyendo el vestuario de las parejas, como también la decoración y la torta.
La boda comunitaria forma parte de los programas de reinserción social ejecutados por el Ministerio en los centros penitenciarios, donde se busca brindar seguridad jurídica a la pareja e hijos de las personas privadas de libertad, sobre todo buscar la unión familiar y fomentar los valores.