Que el Poder Ejecutivo proponga como candidato a embajador ante los Estados Unidos al senador cartista Gustavo Leite no sorprende. No solo porque sus declaraciones en materia de política internacional son afines a las ideas del presidente Donald Trump, como señala el abogado, ex senador y analista político, Mario Paz Castaing, sino porque “se orienta a favorecer a los intereses personales de Horacio Cartes”, opina al respecto el senador Rafael Filizzola (PDP).
Leite confirmó esta semana que el presidente Santiago Peña le ofreció el cargo de jefe de misión en la Embajada de Paraguay en Washington. Sin embargo, Cancillería aún no oficializó la nominación que depende del plácet (consentimiento) del gobierno norteamericano para que, a continuación, se solicite el acuerdo constitucional a la Cámara de Senadores que habilita a la designación.
Esto se dará sin contratiempos, considerando la holgada mayoría que posee el cartismo y sus aliados en el Congreso Nacional.
Para Filizzola “es muy evidente” que es una decisión política que, si bien corresponde al presidente, quien tiene la facultad legal de enviar a embajadores políticos, en este caso, “no proviene de Presidencia, sino más bien se orienta a favorecer los intereses personales de Cartes”.
El ex presidente Horacio Cartes fue declarado “significativamente corrupto” por el Gobierno de EEUU el 22 de julio del 2022, le retiraron la visa a él y a sus hijos, y posteriormente el Departamento del Tesoro le aplicó una sanción que lo obligó a desprenderse de sus acciones transfiriendo sus bienes y empresas a sus familiares, porque está bloqueado para negociar con empresas estadounidenses y acceder al sistema financiero del país norteamericano.
Paz Castaing, a quien no sorprende la probable designación del senador Leite por su afinidad con las ideas de Trump en materia de política internacional y sus vínculos con representantes del Partido Republicano, contrariamente a lo que opina Filizzola, cree que los temas vinculados al ex presidente Cartes tienen otros conductos de gestión en la Administración Trump, de aplicación independiente al embajador designado por el Gobierno paraguayo.
El senador es provida y profamilia, antioenegés y simpatizante de la ultraderecha.
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La afinidad de Leite con elementos del gobierno de Trump lo que puede es facilitar los contactos, alega.
El senador del Partido Democrático Progresista (PDP) agrega la opinión de que el Gobierno debería enviar como embajador ante los EEUU a un diplomático de carrera o a alguien “con alguna experiencia previa” en política exterior.
Al inicio del mandato de Peña, Leite cuestionaba la gestión del canciller Rubén Ramírez Lezcano. Tanto, que se instaló la versión de que aspiraba al cargo de ministro de Relaciones Exteriores.
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Posteriormente, desautorizaba incluso decisiones del presidente Peña, como la vez que el mandatario anunció que si se aprobaba el proyecto de ley que crea el Ministerio de la Familia –fusionando los ministerios de la Mujer, de la Niñez y la Secretaría de la Juventud– lo vetaría.
Frente a este anuncio, el senador Leite afirmó que no retirará el proyecto y hasta especuló que se promulgaría “sin Peña”.