07 sept. 2024

No poner en riesgo las relaciones diplomáticas por cuestión particular

No podemos poner en riesgo las relaciones diplomáticas por una cuestión particular. Esta no debe ser tratada como problema de Estado. El pedido del Gobierno en acelerar la salida del embajador norteamericano Marc Ostfield tensa innecesariamente la relación con EEUU, un aliado estratégico del Paraguay. La situación poco favor le hace a la imagen del país, al fortalecimiento de institucionalidad, más aún cuando existen temas tan sensibles, como el logro reciente del grado de inversión. También queda un fuerte mensaje a nivel interno.

Paraguay tiene una historia de larga relación diplomática con los EEUU que se debe cuidar por los grandes intereses en juego como Estado. El país del Norte establece relaciones diplomáticas con Paraguay desde 1861, cincuenta años después de que nuestro país declare su independencia. La alianza entre EEUU y Paraguay se basa en la cooperación, fuertes intereses comunes, relaciones comerciales y políticas. Estados Unidos también se constituye en un aliado importante para la consolidación de la democracia. La asistencia técnica a diversas instituciones y en capacitación es sostenida.

Atendiendo las referencias señaladas, en nuestras relaciones con cualquier país y, más aún, con los EEUU se debe actuar en función de mucha cautela, moderación y reflexión para evitar riesgos innecesarios. Hay que tener sensatez, sopesando lo que se compromete.

En este marco, la decisión del Gobierno nacional de pedir se acelere el cambio del embajador norteamericano Marc Ostfield, luego de dar a conocer el refuerzo de la sanción de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) contra Tabacalera del Este SA (Tabesa) “por brindar apoyo financiero” a Horacio Cartes (declarado significativamente corrupto), tensa y pone en peligro las relaciones con EEUU. Y en un momento en el que ya se sabe que Ostfield está de salida por un cronograma establecido y conociendo que Joe Biden designó al diplomático Gabriel Escobar como nuevo embajador. Como mínimo se puede decir que el pedido realizado por nuestro Gobierno es apresurado, considerando que la movida del embajador ya fue decidida.

Según se reconoce en el comunicado oficial, al Gobierno de Santiago Peña le molestó que Ostfield haya “mediatizado y politizado” la comunicación de la ratificación de las sanciones contra la tabacalera. El canciller Rubén Ramirez, no obstante, se cuidó en explicar que “no hacemos juicio de valor sobre el uso de herramientas administrativas que se enmarcan en la legislación americana. Sí tenemos una posición respecto de la forma en la que fueron comunicadas estas medidas administrativas por parte del actual embajador americano”.

Esta postura ocurre también luego de una fuerte presión del cartismo con críticas a Ostfield. Referentes de Honor Colorado en varias ocasiones le destrataron.

Claramente lo que no se debe hacer es subordinar intereses nacionales a intereses particulares.

En este contexto, no se puede desconocer que según datos del Banco Central del Paraguay (BCP), EEUU es hoy el segundo mayor inversor de capital extranjero en nuestro país. Las principales actividades económicas en las que invierten empresarios norteamericanos en Paraguay son en aceites, productos metálicos, transporte, intermediación financiera y comercio.

Con relación a las exportaciones, se resalta el auge que tiene la carne vacuna a los EEUU. Los empresarios de la carne destacan la importancia que tuvo Ostfield en las gestiones para que pueda ingresar a Norteamérica. Así, surge como un contrasentido el pedido en su contra del gobierno paraguayo.

La situación poco favor le hace a la imagen del país, al fortalecimiento de institucionalidad, más aún cuando existen temas tan sensibles como el logro reciente del grado de inversión. También queda un fuerte mensaje a nivel interno.

En resumen, no podemos poner en riesgo las relaciones diplomáticas por una cuestión particular. Esta no debe ser tratada como un problema de Estado, como una causa nacional. Hay que tener en cuenta las eventuales consecuencias negativas que puede acarrear en el futuro para el país.

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