“Se patinaron toda la guita y no tienen más dinero para ejecutar y las obras que están en ejecución están paradas por falta de pago”, dijo Grau en contacto con ÚH.
El interventor, Carlos Pereira, confirmó de hecho que la Municipalidad mantiene una deuda con la empresa Consorcio Pluvial Abasto, encargada del lote 1 de la obra de desagüe del área de Abasto y San Pablo.
Las críticas de Grau, entretanto, apuntan específicamente al pedido que hizo Nenecho de recortar cuatro cuencas de desagüe pluvial de las ocho que se contemplaban financiar con el fondo de los bonos G8 (2022, G. 360.000 millones).
Esta operación fue calificada como irresponsable y descarada por concejales que incluso son afines al movimiento de Nenecho, atendiendo a la situación de intervención por la que atraviesa la Comuna de Asunción.
“Hay un delito penal que se llama lesión de confianza. Y hay otro delito penal que se llama la teoría del fin fallido. Que vos pedís dinero para hacer una cosa y hacés otra, o no la hacés. Eso constituye un perjuicio patrimonial”, explicó Grau.
Refirió que el pedido de modificación solo refleja el desinterés y la corrupción de la administración de Nenecho. “Estás pidiendo dinero para hacer ocho cosas y ni siquiera sabés si las vas a poder hacer, ahí lo que demuestran es que a ellos no les interesaba hacer las cuencas (...), ya sabían que iban a utilizar el dinero para otra cosa”, criticó.
Explicó que para solicitar un préstamo para financiar una obra, se debe confeccionar primeramente un proyecto ejecutivo para calcular el monto de dicha construcción.
Fiscalía. La Contraloría había investigado el supuesto desvío de G. 500.000 millones en bonos durante la administración de Nenecho.
Luego, la Fiscalía allanó la sede municipal y hasta el momento no hay novedades de la investigación. El año pasado, el equipo fiscal había retirado en bolsas retiraron varios documentos para confirmar si el dinero recibido fue para obras o efectivamente se usó irregularmente.