En noviembre del 2019 se detectó la presencia del nuevo coronavirus en Wuhan (China). Unos meses después se convertía en pandemia. Hasta ahora el virus, bautizado como Covid-19, sigue desatando olas en diversas partes del mundo. El Doctor Nelson Arboleda, del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EEUU (HHS) hace un análisis sobre la situación actual. Habla sobre el acceso a las vacunas y los antivirales, lo que se debe hacer para llegar al fin de la pandemia y el apoyo que darán a Paraguay.
–¿Qué dejan estos dos años de la aparición del Covid?
–Desafortunadamente esta pandemia ha dejado mucho sufrimiento a nivel global. Muchos casos como se propagó de una forma tan súbita. También muchas muertes. Con estos nuevos instrumentos que tenemos nos van a ayudar a salir rápidamente de este trago amargo que ha sido esta pandemia.
–¿Qué desafío se presenta con las diferentes olas a nivel mundial?
–Mientras vemos un país sin brotes, otros si los tienen. Pero donde se están utilizando las vacunas, han demostrado que tienen mucha efectividad, que van a ayudar a mantener a raya esa diseminación de casos y por ende el control. En las Américas tenemos todavía números muy altos. Por ende tenemos que asegurarnos de que se mantengan aún muchas de las medidas y que las vacunas que estén disponibles se usen lo antes posible.
–¿Fue un gran triunfo de la medicina mundial conocer rápidamente al virus y llegar a las vacunas?
–Realmente la vacuna ha sido tan exitosa que yo lo diría de una manera sorprendente el éxito. Lo efectivas que han demostrado ser y lo seguras que continúan siendo. Son realmente una de las herramientas que nos ha sorprendiendo y que nos van a ayudar a salir al otro lado de esta pandemia.
–¿Qué puede considerarse como flanco débil en la lucha contra la pandemia?
–Quizás ha sido la desinformación. La mala información vinculada al miedo, el temor, ha llevado a personas a quizás no utilizar los medios confiables de la ciencia.
–¿A qué se refiere específicamente?
–El miedo a las vacunas, por ejemplo. Esa desinformación creo que no nos ha dejado avanzar.
–¿Resulta paradójico que en la era de la información la desinformación siga teniendo peso?
–Es irónico realmente que teniendo los medios ahora, al tener esa información a la mano no acudamos a la información que han confiado entidades como la Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud, el mismo Ministerio de Salud. El ministerio en Paraguay ha hecho muchos esfuerzos por proveer información actualizada de últimos avances de la ciencia.
–¿Se imaginaba que negacionistas y antivacunas iban a tener tanto peso?
–Personas que tienen esos temores o no confían en las vacunas se vio a través de la historia. Son temores u opiniones diversas. Pero es importante que sean escuchadas, quienes tienen alguna clase de información diferente que sea evaluada y dialoguen con expertos en el tema que hayan hecho estudios específicos. Una vez que tengan esa información puedan tomar la mejor decisión para poder controlar la pandemia.
–¿Cómo se apoyará a Paraguay?
–Con el apoyo de los Estados Unidos, a través de Usaid, se mejorarán las estrategias con un mecanismo de casi USD 4.5 millones, que van a ayudar esos canales de comunicación, para que realmente le llegue a la población todos los mensajes adecuados.
–¿Qué otro apoyo estarán brindando en la lucha contra el Covid?
–El gobierno de los Estados Unidos y la Secretaría de Salud tiene una serie de actividades relacionadas con la vigilancia, el apoyo para la labor de laboratorios, para el personal de salud, que esperamos se incremente. Estuvimos con el ministro de salud discutiendo algunas de esas oportunidades y necesidades.
–¿Se donarán más dosis?
–El gobierno de los Estados Unidos tiene casi 1.2 billones de vacunas que van a apoyar a nivel global, tanto dependiendo de la necesidad obviamente. Paraguay ya tiene unas vacunas que le han ayudado a llegar a unas tasas. El problema quizás ahora está enfocado en que las personas vayan a vacunarse.
–¿Estados Unidos tendrá una propuesta para otros países desarrollados para la equidad de acceso de vacunas?
–Sí. Los Estados Unidos está trabajando a través de varios canales como el G-7 y el G-20, sabemos que los Estados Unidos no es el único que necesita aportar. Actualmente es el país que ha donado mayor número de vacunas a nivel global. Pero sabemos que hay otros países que se han comprometido y esperamos que continúen con esa promesa.
–¿Qué estrategia se lleva adelante para evitar que la falta de equidad se repita con los antivirales?
–Se están trabajando ya en mecanismos para que haya una producción regional con entidades apoyadas por la Organización Mundial de la Salud y el sector privado, para que el desarrollo de estos antivirales sea también a nivel local. Estos nuevos avances que hemos visto, al menos en los Estados Unidos, se están igualando por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA). Hemos visto resultados muy prometedores. Esperemos que continúe y sean aprobados finalmente para su uso de emergencia por la FDA.
–¿Qué reto deja la pandemia de cara al futuro?
–Nos enseñó y sigue mostrando que tenemos que prepararnos. Es importante que los ministerios de salud trabajen en conjunto para preparar el personal y que estén listos para cualquier amenaza el día de mañana. Esta pandemia ha dejado mucha tristeza, mucho dolor. Esta situación nos ha enseñado muchísimo y entre eso nos ha dejado unas grandes y muy efectivas vacunas que van a apoyar en otras índoles la ciencia y la salud global.
–¿El final de la pandemia está cerca o está lejos?
–Soy una persona optimista. Al tener una herramienta y la solución en nuestras manos creo que está cerca. Pero eso depende de nosotros, no de una persona. No depende de un país, depende de todos los que trabajamos en conjunto para realmente ponerle fin a esta pesadilla.
