“El (ex) presidente, Horacio Cartes, ya no es el Ceo de la principal tabacalera pero sí un accionista relevante del negocio familiar que hoy dirige su hermana (Sarah Cartes)”, señala el informe de Brecha.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 10 por ciento del tabaco consumido en el mundo proviene del contrabando. En Uruguay ese porcentaje trepa hasta 16 por ciento. Refiere que existen decenas de marcas hechas para el contrabando: Milenio, 51 y Eco serían las principales que vienen de Paraguay, a las que se agregan Marlboro desde Brasil y Argentina, y la falsificación de Nevada desde Brasil.
escala mundial. Paraguay tiene el 11 por ciento del mercado de cigarrillos de contrabando, de acuerdo con un informe del instituto uruguayo Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo.
“Para hacerlo, destaca Foreign Affairs (16), Paraguay tiene “una corrupción penetrante y crimen organizado”. En 2012, el país produjo 65.000 millones de cigarrillos, pero el consumo local no superó el 3 por ciento.
El medio uruguayo señala que el contrabando tiene salida a través de las fronteras que tiene con Argentina, Bolivia y Brasil, de donde se encamina tanto a Uruguay como a lugares del Caribe, Estados Unidos y México.
Sostuvo que en el centro de la producción paraguaya, con 51 a 58,1 por ciento, están la firma Tabesa y su distribuidora Tabacos del Paraguay, que forma parte del Grupo Cartes.
“Los cigarrillos se exportaban a Paraguay y de allí se contrabandeaban para ser vendidos sin impuestos”, afirma Brecha.
En los diez años de la primera década del siglo la industria del tabaco paraguayo creció 2.592 por ciento
Agrega que Paraguay no está solo en el negocio del contrabando: las FARC y los Urabeños (una organización paramilitar colombiana), junto a los carteles mexicanos Los Zetas y el de Sinaloa (según la cadena Abc News), lavan dinero a través del contrabando de cigarrillos; en Brasil se suman el Primer Comando Capital (PCC) y Comando Vermelho.
2.592
por ciento creció la industria del tabaco paraguayo durante diez años de la primera década del siglo.
65.000
millones de cigarrillos se produjeron en el país, pero el consumo local no supera ni el 3%, según informes.