Adrián Cáceres
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Hoy se cumplen 110 años del nacimiento de Benigno Gabriel Casaccia Bibolini (1907-1980), considerado el padre de la narrativa moderna paraguaya, autor de las emblemáticas novelas La babosa (1952), La llaga (1963) y Los exiliados (1966).
“Realmente, cuando se publicó La babosa se produjo una verdadera conmoción en el país. Se le trató de roedor de los mármoles de la patria, porque dentro de la literatura paraguaya había ganado esta visión de tarjeta postal, de la morenita con trenza y su pollera almidonada y el hombre con camisa ao po’i toda limpia. Nunca se vio la realidad. Había un disfraz total, además de una ideología dominante: el nacionalismo”, señala el escritor Víctor-Jacinto Flecha.
Explica que en ese contexto aparece la obra de Casaccia, aportando una visión real de la sociedad paraguaya. “Eso conmocionó y fue tratado hasta de traidor. Es el que realmente inaugura una nueva manera de ver las cosas en la narrativa paraguaya. Aunque ya había publicado otros libros, este (La babosa) es su texto capital”, resalta Flecha.
Importancia. Agrega que la obra, que se desarrolla casi por completo en Areguá, fue además la primera novela paraguaya traducida al francés, en la revista Los tiempos modernos, del destacado filósofo y escritor Jean Paul Sartre.
“Gabriel Casaccia fue el primer representante de la novela paraguaya, el iniciador de la narración en nuestro país. Fue un adelantado. Yo creo que, junto con Roa Bastos representa la total renovación de la narrativa paraguaya. Hoy se ven los rastros de estos innovadores, porque hoy tenemos una novelística joven, vigorosa y nueva”, asevera Víctor-Jacinto Flecha.
Perfil. El Breve diccionario de la literatura paraguaya, de Teresa Méndez-Faith, recuerda que Casaccia fue cuentista, novelista, dramaturgo y periodista. “Considerado el fundador de la narrativa paraguaya contemporánea, Casaccia vivió la mayor parte de su vida en la Argentina, donde también escribió y publicó casi todas sus obras”, apunta el texto.
El libro señala que la producción literaria del escritor paraguayo abarca un total de diez títulos, que incluyen siete novelas, dos colecciones de cuentos –El guajhú (1938) y El pozo (1947)– y una obra de teatro, El bandolero.
En 1930 apareció Hombres, mujeres y fantoches, su primera novela; luego Mario Pareda (1940), su segunda novela, y en 1980, pocos días antes de su muerte, terminó el manuscrito de Los huertas (novela publicada póstumamente en 1981), su último libro.
Sin duda, sus obras más importantes son las tres novelas citadas al principio: La babosa, La llaga y Los exiliados, dos de las cuales (La llaga y Los exiliados) fueron premiadas en concursos internacionales. Su única obra no publicada en Buenos Aires, Los herederos, apareció en España en 1975.