De nuevo, la alfombra roja de la 76 edición del Festival de Cannes fue objeto de todas las miradas por una peculiar protesta por las miles de víctimas que dejó el enfrentamiento bélico entre Rusia y Ucrania.
Una activista, quien aún no fue identificada, subía las escaleras del palacio luciendo un elegante vestido con un pronunciado tajo y los colores de la bandera de Ucrania, cuando en una de las paradas, en medio de todos los flashes, sacó de su busto dos bolsas con un líquido rojo, simulando sangre, y se derramó encima.
Un guardia de seguridad se percató del hecho y corrió a sacar del predio a la mujer, según se puede ver los videos que se volvieron virales en las redes sociales.
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La protesta fue durante la proyección de la película Acide, del director Just Philippot.
Este hecho no fue el único que despertó polémica en los siete días de actividades que lleva el evento del cine de categoría “A”, también lo fue el transparente vestido que lució la supermodelo rusa Irina Syak.
El portal de noticias Infobae se hizo eco de los cuestionamientos y elogios que recibió por llevar un vestido transparente color negro y debajo un conjunto de lencería de la marca Gucci, dejando al descubierto su escultural silueta.
Los críticos de la moda coincidieron en que Cannes no es el lugar indicado para la prenda, aunque reconocieron que es “hermosa”.
La actriz de Hollywood Jennifer Lawrence también dio de qué hablar en la alfombra porque se paseó y posó para los fotógrafos con un zapatilla negra bien cómoda y luciendo un vestido rojo diseñado por Cristian Dior. Así, asistió a la premier de la cinta francesa Anatomía de una caída.
Sin ganas de esconder mostró con una gran sonrisa su declaración de guerra a los vertiginosos tacos altos, que ya en varias ocasiones le jugaron una mala pasada.
El año pasado, una activista irrumpió desnuda en la alfombra roja del festival denunciando que los soldados rusos agredían sexualmente a las mujeres ucranianas.
