Incluso, en Itapúa se confirmó un caso reportado en el 2022, tras 24 años de cero confirmaciones. Paraguay presenta certificación de país libre de sarampión, cuyo título está en peligro ante el avance de la enfermedad en la región.
La vacuna disponible es la triple viral (sarampión, papera, rubéola) que se aplica la primera dosis a los 12 meses y la segunda a los 18 meses.
“Entonces, de ahí la importancia de reiterar esto a los padres, porque ahora con el inicio escolar y la interacción de los niños surge el riesgo de que esto lleve no solamente a que aparezca el sarampión, sino otras enfermedades que son prevenibles, como la varicela, que se ve mucho justamente en las instituciones educativas, el grupo de poblaciones concentradas”, señaló el licenciado Luis Cousirat, titular del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI).
Añadió que ante esta situación epidemiológica, insisten en la actualización del calendario de vacunación contra el SPR (sarampión, papera y rubéola) de los niños.
COBERTURA. Con las campañas de vacunación, el año pasado se logró incrementar en un 29% la cobertura de la primera dosis.
“Entonces, hemos logrado un aumento y eso realmente es muy significativo, porque la vacuna contra el sarampión es una de las vacunas más efectivas, estamos hablando del 95% de efectividad”.
La segunda dosis, con la actualización del calendario, también se aplica a los niños de 1, 2, 3, 4 y hasta 10 años para que logren una completa inmunización.
Peligro. La enfermedad afecta principalmente a los niños no vacunados; puede producir neumonía y, en casos muy graves, hasta la muerte.
“El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas, incluso mucho más contagiosa que el Covid. En todos los casos positivos, tiene la capacidad de enfermar a 18 personas. Incluso, el virus del sarampión queda en el ambiente suspendido por dos horas en un espacio cerrado. Y entre las complicaciones más graves observamos también la neumonía, y puede producir ceguera y meningitis”.
Ante este panorama en la región de las Américas, se insta a los padres a actualizar el esquema de vacunación para evitar brotes ante eventuales casos importados de la enfermedad. Desde la pandemia se registró un descenso importante de la vacunación de los niños.