Riera habló sobre los incidentes que se produjeron con los estudiantes durante la segunda marcha de colegios públicos y privados que se desarrolló el pasado viernes. Se refirió a sus expresiones y su reacción.
“Fue un momento tenso, delicado, me bajé con intención de dialogar cuando fui agredido y reaccioné. Probablemente no debía haber reaccionado así, quedó un poco autoritario y provocativo”, mencionó tras participar de la presentación de mejoras de una escuela en Trinidad.
Considera que le traicionó su espíritu del Movimiento Popular Colorado, más conocido como Mopoco, que fue un movimiento interno del Partido Colorado, fundado en 1959, y que luchó contra la dictadura de Alfredo Stroessner.
“En otra época nos enfrentábamos a las cachiporras, ahora a los botellazos, y creo que fue una bravuconada que no debía haber hecho pensando que soy un ministro de Educación. A los chicos y a la sociedad les pido disculpas”, afirmó.
Durante la movilización estudiantil, el titular de la cartera de Educación provocó a los jóvenes a que le tiren botellas de agua, molesto porque lo llamaron “stronista”.
Cuando se dio cuenta de que le arrojaron la primera botella y los ánimos estaban caldeados, animó a los manifestantes a que le tiren más botellas de plástico. “A ver, tiren, tírenme, tírenme, más, más”, desafiaba ante la multitud. La respuesta no se hizo esperar y secundarios y adultos que participaban lanzaron los envases.
“Reflexioné el fin de semana, sé que se deben poner límites, pero hay formas y esa no fue la mejor manera, pero hay que estar en la cancha, en el momento, en el lugar y entender lo que uno siente cuando es agredido, creo yo, injustamente”, agregó.
También reconoce que se extralimitó al mencionar que los estudiantes tendrían un “gigantesco cero” si tenían exámenes y participaban de la marcha.
DIÁLOGO. Riera espera reunirse en la brevedad posible y retomar el camino del diálogo con los alumnos secundarios porque considera el único camino para sacar a la educación adelante.
“Quiero dejar este incidente atrás y seguir trabajando con ellos. Como ministro debo darme cuenta de que ya no soy luchador de barricadas desde hace muchos años, los tiempos cambiaron y a veces no se miden las consecuencias de las palabras”, señaló.
Tratará de seguir con la mesa de diálogo porque recordó que es un logro de los jóvenes, existe un acuerdo y una agenda que se está desarrollando. Indicó que existe un avance del 60% en los puntos reclamados en poco tiempo. Sin embargo, remarcó que todavía queda mucho por mejorar.