09 jun. 2025

Minga, sí; pero en el nuevo diccionario

Palabras con nuevos significados

A veces me pregunto si mis hijas y la generación del siglo XXI interpretarán por lo menos el 25% de los términos que pululan hoy en los periódicos, por ejemplo, y que intentan describir la realidad... ¿Qué comprenderá la generación de internet y de la globalización hiperurbana, hipertolerante e hiperlight de lo que hablamos los adultos paraguayos en estos días?...

Cuando la experiencia contradice en todo a la palabra y la palabra es abusada, retorcida, prostituida, encadenada a la mentira... ¿qué primará en las cabecitas jóvenes y en su percepción de la realidad? Imaginemos un minidiccionario esquizofrénico, y con mediano sentido del humor encontraríamos que, aquí y ahora: Minga (que antes se entendía como trabajo comunitario) es puente de feriado, asueto, es vacaciones anticipadas. Aduanas es botín, Estado es feudo, Reforma Agraria es compra de tierras a unos amigos o cháke la invasión, Revolución es más de lo mismo y Mal es peor...

Absolutismo son un príncipe inglés y una boda “facha”, Bicentenario es excusa de tricolorido despilfarro, Yugo ha de ser el hermano gemelo del presidente Lugo, Libertad es un club que lucha por salir del pozo en el campeonato de fútbol...; ah, y la amiguita contrera de una nena argentina que a mamá le hacía reír y pensar...

Tránsito es caos, Dengue es un mosquito que irrita los nervios de las autoridades, Limpieza es trabajo de otros, Semana Santa es permiso para farrear y abusar, Cristo es un señor muy sufrido que protagonizó una sangrienta película de Gibson...

Guaraní es un idioma que no vale para la tele, Cuenca es un periodista que antes era valorado por sus propuestas culturales, pero ahora no pega en el canal...

Decepción es algo que sentían antes los viejos cuando la gente no cumplía sus promesas, pero ahora ya no es nada, porque el que cree, pierde...

Y así, usted también puede ir agregando definiciones al registro esquizofrénico...

Entre lo que ensayo responder a mis hijas si me preguntan de quién será la culpa de este desfasaje existencial de nuestra tierra, no soy de las que piensan tirar todo el fardo al Gobierno.

Reconozco que mi pasividad ciudadana y la falta de pasión por la realidad que muchas veces sufrimos muchos en mi entorno, tienen mucho que ver con la confusión que estamos heredándoles.

Miedo a ir hasta el fondo en lo que uno piensa y cree, me parece que es otro elemento a considerar. Mucha de la apatía y también de la indolencia de hoy tienen su origen en la orgullosa pretensión de querer crecer sin sacrificio y dar frutos cortando violentamente las raíces de nuestra rica tradición cultural y religiosa.

En Semana Santa hay una reflexión que podría hacer con mis niñas, y que quizás alguna vez les ayude a escribir otro diccionario más compasivo con la realidad: Sencillo no es sinónimo de fácil, porque vivir con sencillez y transparencia requiere la valentía de sincerarse con uno mismo; Tranquilidad no es tibieza; y Despertar es descubrir que la verdad es el único fundamento de la vida y de la libertad que todos deseamos.