07/04/07
La iglesia, donde los cristianos creen que Jesucristo fue crucificado y enterrado, se llenó del humo de las velas segundos después que líderes ortodoxos descendieron a una cámara subterránea y emergieron con una antorcha encendida.
La policía israelí ayudó a los peregrinos a encender sus velas y muchos de los feligreses extendían sus brazos a través de barricadas erigidas para mantener a la multitud alejada del lugar donde, según la tradición, Cristo fue crucificado.
El ''fuego santo’’ pasa entre los cristianos que están frente a la iglesia y es llevado al exterior en vuelos especiales que llegan a Atenas y otras ciudades, conectando a muchos de los 200 millones de ortodoxos con sus raíces espirituales.
Mientras los feligreses encendían sus velas, las mujeres árabes cristianas ululaban y otros peregrinos cantaban al compás de los tambores.
Algunos creyentes colocaron cera derretida en sus rostros.
La ceremonia comenzó con el ingreso del patriarca ortodoxo griego de Jerusalén Teofilos III a la iglesia, vestido con una túnica y una cogulla amarilla y blanca, seguido por otros líderes religiosos.
Durante la ceremonia, el patriarca desciende a la tumba subterránea para sacar la antorcha. Cuando sale, suenan las campanas de la iglesia y la llama pasa entre los miles de peregrinos, llenando al edificio de luz y humo.
El ritual se remonta a unos 1.200 años atrás. La fuente del fuego se mantiene en secreto, pero algunos creen que aparece espontáneamente de la tumba de Cristo como un mensaje de Jesús de que no ha olvidado a sus seguidores, en la víspera de la Pascua ortodoxa.
El portavoz policial Shmuel Ben-Ruby estimó que decenas de miles de feligreses permanecían en la Ciudad Antigua para la ceremonia. Dijo que no se registraron reportes de disturbios, pero las medidas de seguridad eran elevadas tras las tensiones del año pasado.
Aunque la policía no ofreció una cifra exacta, la cantidad de peregrinos que se encontraban en sábado en Jerusalén para la Pascua había aumentado ya que este año coinciden las fechas de cinco religiones cristianas. Esto sucede solo una vez cada cuatro años. AP