El sistema educativo de tipo bancario, que no estimula la educación crítica, nos educa para repetir una serie de embustes y falsedades que nosotros, pueblo desmemoriado, repetimos sin dudar, sobre todo cuando viene de las autoridades. Esta semana, un chiqui de pensamiento crítico para endulzar este domingo porãite. A días del aniversario del inicio del genocidio indígena en Latinoamérica, los paraguayos tuvimos la ingrata posibilidad de escuchar a un ministro del Gobierno Nacional decir que los indígenas tenían el cerebro lavado por las oenegés. ¿Acaso será que nuestro ministro no cree en la autonomía política e ideológica de las comunidades indígenas? La mirada colonial inevitablemente ve a los pueblos originarios como incapaces.
Este año, el Indi resolvió unilateralmente la reubicación de su sede principal. No hace falta preguntarnos si hubo alguna consulta pública con la población afectada, solo es necesario ver los incontables días de reclamo, cierres de ruta y manifestaciones que llevaron adelante las comunidades.
Las poblaciones originarias generalmente tienen un sistema de decisión para tomar medidas como estas. Usualmente se realizan asambleas en donde toda la comunidad o gran parte de ella participa y discute las decisiones tomadas en términos políticos, como corresponde. Trasladar esta decisión simplemente a la influencia que un par de organizaciones no gubernamentales puedan tener es, sin duda, afirmar que la autonomía de los pueblos originarios en realidad no existe a los ojos de las autoridades.
Las organizaciones indígenas no se hicieron esperar. La Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (Anivid) se pronunció con respecto al infortunado desliz del ministro. En un comunicado, manifestaron que estas afirmaciones “dañan la dignidad de los pueblos indígenas y fomentan la desinformación y el prejuicio”. Y, a continuación, proporcionaron una serie de datos para informarnos.
En Paraguay viven 19 pueblos indígenas, distribuidos en cinco familias lingüísticas. Según el Censo Nacional de Población y Vivienda para Pueblos Indígenas (2022), la población indígena total es de aproximadamente 140.206 personas. Del Censo de 2012 (y confirmaciones en el 2022), aproximadamente el 72,4% de las comunidades indígenas declararon tener tierra propia. Sin embargo, un 27,6% de las comunidades no cuentan con tierra propia.
Muchas comunidades indígenas residen en tierras que pertenecen formalmente al Estado u otras instituciones públicas (Indi, Indert, MDS ex Secretaría de Acción Social), sin que hayan sido transferidas o tituladas a nombre de la comunidad. Todas las comunidades indígenas enfrentan problemas ambientales: contaminación hídrica, fumigaciones, pérdida de fauna silvestre, deforestación. La mayoría de las veces, la infraestructura de salud, agua potable, electricidad o caminos son insuficientes o inexistentes.
Acusar sin pruebas puede alimentar discursos de odio, estigmatización y agravar la vulnerabilidad de pueblos ya históricamente marginados. Ojalá que algún día las autoridades decidan dar una vuelta por alguna de las casi 800 comunidades para informarse mejor.