20 jun. 2025

Lugo en el juego del tembleque

El poder en la mira. Conversando con el comandante

tembleque

Ilustración: Enzo Pertile

- Su turno, comandante

-Ah, sí. Veamos... Este bloquecito no, este no, este... sí... Ja, ¡veamos cómo pasás esta!

-Mi habilidad en este juego es muy superior a la de usted. ¡Soy más joven!

La risa no se hizo esperar. El encuentro en el bar ubicado frente al Palacio de Gobierno, con las infaltables tazas de café negro, sin azúcar, era bastante agradable. Habíamos decidido matar el tiempo jugando lo que se conoce en Paraguay como “tembleque”.

-En España hay una villa de nombre Tembleque -dijo en tono de docente.

-¿Sí?

-Es una población de Toledo y está ubicada en Castilla-La Mancha. Algún paraguayo de seguro ha de estar trabajando ahí.

-La verdad, desconocía que este juego también tenga su propia localidad, comandante. Ja ja.

El tembleque es en verdad un juego llamado jenga. En Asunción se instaló la moda de jugarlo en algunos bares y también en el seno familiar. Es divertido para algunos, pero para otros no.

Consiste en tratar de que no se caiga una torre armada con maderitas sueltas (bloques). Durante el juego, uno debe ir sacando un bloquecito para ir poniéndolo arriba. Es una “batalla” mental, porque uno debe saber qué bloque sacar, y, además, física, porque se requiere de mucha estabilidad en las manos. Pierde el jugador que hace caer la torre. Es sencillo, y para el comandante, divertido.

-A Lugo se le está haciendo difícil mantener su torre gubernamental, como a mí en este juego, por ahora -disparó el comandante.

-La verdad, estas dos últimas semanas tambaleó bastante su Gobierno, no al punto de caer, pero sí en cuanto a credibilidad.

-Los cambios en algunos entes, el silencio para explicar determinaciones y la imagen negativa que proyecta en el caso del dengue generan preocupación, incluso dentro del propio Gobierno.

Habíamos aprovechado nuestro juego para graficar de manera sencilla qué es lo que está pasando.

-Su turno, comandante...

Miró la torre y, mientras elegía un bloque, analizó:

-Lugo comenzó su Gobierno con una torre bastante fuerte, sustentada en la credibilidad y armada con diferentes tipos de bloques que mantenían estabilidad a su administración. Con el tiempo, fue sacando algunos bloquecitos, no para ponerlos arriba, sino para desecharlos.

-Pero algunos bloques nunca encajaron...

-Claro, y son los que salen solitos de esa torre. Algunos liberales son ejemplos.

-Como Franco, que disparó de nuevo esta semana.

-Y otros más, Ferreira. Pero antes que esas peleas internas, lo que verdaderamente debería preocuparnos, y a Lugo más que a nadie, es que ese bloque (el Gobierno) empezó a tambalear bastante. Si el presidente no quiere que caiga y convertirse él en el perdedor de este “juego”, deberá saber qué bloque quitar y qué bloque poner para tratar de fortalecer de nuevo su torre.

-Una tarea difícil...

-Lo es. El aniversario del tercer año de su victoria es el momento ideal para rearmar su torre, su Gobierno.

-Se cayó la torre, comandante. Gané...