17 may. 2024

Los representantes del pueblo solamente acumulan privilegios

El pueblo ejerce el Poder Público por medio del sufragio, establece la Constitución Nacional, y elige mediante el sufragio un gobierno que es ejercido por los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, que deben gobernar en un sistema de independencia, equilibrio, coordinación y recíproco control. En nuestra democracia los parlamentarios deben representar los intereses del pueblo, y en eso están fallando estrepitosamente. En ambas cámaras del Legislativo se acumulan motivos de vergüenza que acrecientan su falta de credibilidad.

En un nuevo capítulo de vergüenza, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de resolución, que modifica y amplía el acápite y el Art. 7 de la Resolución N° 763/2014, que establece normas y requisitos para la participación de los diputados en eventos que se realizan en el exterior. Con esta modificación, se vuelven completamente flexibles los permisos para viajes de los legisladores, y todo eso financiado con el dinero de los impuestos que paga el pueblo paraguayo.

Estos viajes son considerados como un premio, y lamentablemente para nada aportan a una mejor labor de los parlamentarios, o en la calidad de su trabajo para presentar proyectos de ley en beneficio de la ciudadanía. En una nefasta coincidencia, la defensa del pedido la realizó la diputada, conversa al cartismo, Betina Aguilera, quien faltó a la última sesión, pues era el día de su cumpleaños.

La resolución deja abierta además la posibilidad a que se adhieran acuerdos con otros organismos internacionales, al solo efecto de privilegiar el viaje de los parlamentarios, que llevan viáticos en dólares o euros, dependiendo del destino de sus viajes, que por lo general son al norte del continente, Europa o paradisíacos del Caribe.

Los destinos preferidos de nuestros diputados y diputadas son los lugares con costas marítimas, así como Nueva York, Estados Unidos; Montevideo, Uruguay, Buenos Aires, Argentina; Madrid, España. En concepto de viáticos, solo en el mes de noviembre de 2023, la Cámara destinó unos G. 125 millones en concepto de viáticos.

Sin embargo, no son los diputados los únicos que no están honrando su responsabilidad con el pueblo que los eligió. La Cámara de Senadores, en forma preocupante y con su mayoría colorada cartista, ha implementado sistemáticamente la mordaza alevosa a toda disidencia. Los atropellos en muy poco tiempo han llegado al punto de expulsar a una senadora opositora.

Uno de los aspectos más graves, sobre todo por la impunidad que ostentan los parlamentarios, es el referido al escándalo del nepotismo, que afecta incluso al propio vicepresidente de la República, Pedro Alliana, quien sigue defendiendo la designación de su hija Montserrat Alliana Encina en la Cámara de Diputados, donde percibe un salario de 18.274.300 de guaraníes.

Los casos de nepotismo se convirtieron en un gran escándalo, pero sin consecuencia alguna, pues los congresistas, en una clara muestra de prepotencia y abuso de poder, no retroceden ni desisten de los contratos a sus familiares. Por eso los clanes familiares en la Cámara Baja siguen desangrando al Presupuesto de la Nación. Hijos, esposas, hermanos, tíos y primos, prácticamente sin función, que acuden solo para marcar asistencia, cuando lo hacen, pues en muchos casos ni asisten al lugar de trabajo. Todos estos “atornillados” frutos del nepotismo, acumularon en solo en dos meses G. 240 millones en sueldos que provienen del Presupuesto de la Nación, un presupuesto que proviene de los impuestos que paga el pueblo paraguayo, un pueblo por cuyo bienestar estos parlamentarios trabajan muy escasamente.

Además de gastar el dinero público para su propio beneficio y privilegios, en Senadores se cometen atrocidades como el reciente desdesafuero de tres senadores, en un intento por blindar a Erico Galeano, procesado por lavado de dinero y asociación criminal, y a Hernán Rivas, por supuesto título falso.

Los paraguayos reclaman de sus representantes que ubiquen sus necesidades en primer lugar, la gente necesita empleos de calidad, seguridad, servicios públicos eficientes, salud y educación, porque todos los paraguayos tienen derecho a calidad de vida y a una vida con bienestar.

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