19 abr. 2024

Las hienas

El musical de El rey León los tiene como personajes a estos animales carroñeros que son representados como una sonrisa cínica tras la cual encubren una actitud degradada que no tiene códigos y que proyectan un nivel de cinismo repudiable. Se esconden tras una imagen seráfica y con unos gestos del “a mí qué me importa” proyectan la idea de que en la ciénaga en la que habitan y al personaje que rinden pleitesía y del cual son sirvientes son absolutamente naturales a la condición del ser paraguayo. Ese que repudiaba la falta de valores y los vomitaba en público ahora sin embargo los tolera, volviéndose candidato/a a distintos cargos públicos. El que los ha colocado disfruta con esa actitud entregada y turbia porque confirma que ante el dinero ningún paraguayo por más educado que parezca deja de inclinar la cerviz y volverse un abyecto y servil.

Han desarrollado una caradurez única. No les conmueven ni los insultos ni la descripción más clara sobre su comportamiento. Aguantan de todo porque se han hecho parte de la pestilencia que domina gran parte de la política. Desprecian a los otros de la manada y se hacen parte de ellos a la espera de que les caiga un zoquete, que luego del paso por la administración pública jamás podrían alcanzar un trabajo decente ni digno, en ninguna institución local ni internacional. Juegan a que son referentes hacia afuera pero deben cancelar citas en el exterior por el temor de ser detenidos por lavado de activos y otros delitos conexos. Lea el prospecto, le recomiendan, mientras dan pena cómo han tirado la escasa honra que tenían a los cerdos.

Embed

Las hienas emiten sonidos atemorizantes aunque son rápidos para escapar de otros depredadores mayores. No le temen a la justicia de la jungla porque tienen amaestrada a la que podría investigarlos. Esperan agazapados a las víctimas en las aguadas donde abrevan animales del mismo pelaje que ya los tienen como suyos, aunque les repele su cinismo. Pueden esgrimir sofismas sobre economía o política, pero todo acaba ante una realidad de vida que los hunde y degrada siempre. Las hienas visten bien aunque huelen mal. No les alcanza con decir que pasaron peripecias cuando estuvieron afuera, como si eso fuera suficiente para atenuar su deshonestidad, voracidad y rapacidad. Se las pasan de estar del lado de los más débiles hasta que un banquero irlandés se anima a desnudar a una de las hienas con argumentos más que sólidos.

Estos sinvergüenzas que reclaman la institucionalidad que nunca la respetaron son los mismos que persiguieron sin razón a muchos, protegieron los movimientos del lavador Messer, el hermano del alma, de quien los sostiene, dieron tres aguinaldos a los empleados de Hacienda, pero sin rubor alguno hablan y se llenan la boca de reforma del Estado, austeridad pública o institucionalidad. Dicen que hay que mejorar el gasto público cuando a su paso por varias instituciones usaron los recursos públicos para pagar sus viajes lujuriosos en conferencias internacionales. Una de las hienas participó en los comicios internos de su partido en la jungla a pesar de que la ley lo prohibía, pero... como buena hiena siempre se creen por encima de cualquier norma y regulación.

Hay tres bien identificados que buscan cargos públicos importantes. La gente los conoce, los huele y los debe despreciar. Su cinismo pone en peligro la democracia porque algunos son capaces de defenderlos, a pesar de que todos saben que sin el apoyo del “rey león de las aguadas” local huirían espantados para refugiarse en la más oscura caverna destinada a los sinvergüenzas, cínicos y despreciables.

Las hienas no tienen límites y todos los animales de la jungla saben muy bien que con ellos la dignidad no existe, y menos aún la humildad ante un pueblo pobre que vive en esa condición por su adentrado egoísmo, codicia y lujuria que han demostrado de forma abierta y desembozada en cargos anteriores. Son cobardes. Al primer grito, huyen y se esconden. Es cuestión de pegar el grito y tomar las herramientas para castigarlos... ejemplarmente.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.