24 dic. 2025

Las buenas negociaciones benefician a la población

Paraguay y Argentina mantienen un permanente conflicto por la represa hidroeléctrica de Yacyretá gestionada por ambos países. Este conflicto se centra en disputas energéticas, desacuerdos financieros y tensiones históricas relacionadas con el tratado. Un nuevo desacuerdo se suscitó en las semanas que pasaron debido a medidas unilaterales tomadas por Argentina. La presión política en Paraguay exigió a nuestro gobierno ejercer su soberanía y plantear la queja y la modificación de la decisión al gobierno de Argentina.

El Gobierno de Milei intentó en las semanas pasadas, a través de un decreto, definir nuevas normas en torno a las tarifas de la Entidad Binacional Yacyreta (EBY).

Sin embargo, esta institución se rige por un tratado que está por encima de cualquier decreto presidencial; por lo tanto, que Paraguay acepte esa normativa argentina constituye una pérdida de soberanía intolerable.

El referido decreto argentino faculta al organismo responsable del vecino país a suscribir un acuerdo entre la EBY, la ANDE y el Estado argentino basado en la no ratificada Nota Reversal de 1992.

Con esta medida se pretende cobrar una deuda ilegal de 4.000 millones de dólares aceptada por el acuerdo Cartes-Macri, en 2017. Tal deuda, al cumplirse 40 años de vigencia del Tratado había quedado cancelada.

El Tratado establece que el Consejo de Administración de Yacyretá fijará la tarifa y que deberá ser igual, cada año, al costo del servicio, por lo que no se puede establecer a través de una normativa nacional y unilateral que buscó dar poder a un acuerdo anexo establecido entre Cartes y Macri.

Ante esta situación, los partidos políticos de oposición emitieron un comunicado en el que denunciaron que el Decreto 303/2025 que aprueba una nueva tarifa de la EBY viola el Tratado. Paralelamente, diversas voces técnicas se manifestaron también en contra.

Finalmente, gracias a las negociaciones, ambos gobiernos firmaron un Acuerdo Operativo, a través del cual Paraguay pasa a percibir USD 28 por megavatio/hora, un avance que fortalece la equidad en la distribución de los beneficios energéticos entre ambos países.

Este acuerdo es un paso clave hacia una gestión energética moderna, equitativa y sostenible, según el gobierno.

Tal como está redactado, Paraguay rechaza los términos de la Nota Reversal del año 1992 al reconocer que el aspecto tarifario no está resuelto hasta tanto se tengan documentos ratificados en ambos países.

El acuerdo proporciona cierta previsibilidad de criterios generales hasta el 2029, en términos de condiciones de comercialización de la energía, además de generar condiciones para un aumento del financiamiento de obras de mantenimiento, del Plan de Rehabilitación de las Unidades Generadoras y de la terminación de las obras de Aña Cuá”.

No obstante, el documento tiene críticas según algunos técnicos. En primer lugar omite temas considerados claves para el Paraguay, como por ejemplo la mención al precio de mercado de la energía. Tampoco se menciona la reposición del ferrocarril Carlos Antonio López, cuyas vías quedaron bajo agua por el embalse; ni tampoco se hace alusión a la deuda de la EBY, que ya debía estar saldada en 2014.

Otras preocupaciones radican en el límite de 425 MW +-10% que podrá retirar la ANDE de Yacyretá tras la firma del acuerdo, lo cual implica retirar menos que el 50% que le corresponde, limitando las oportunidades de Paraguay.

El desacuerdo ante medidas unilaterales tomadas por Argentina produjo una presión política en Paraguay y exigió a nuestro gobierno ejercer su soberanía. Al final de tantas idas y vueltas, finalmente se lograron mejores términos frente a un escenario inicial negativo para Paraguay. Los buenos resultados de ambas represas hidroeléctricas llegan de manera directa a los hogares de las familias paraguayas, tanto por los precios de la energía como por la calidad, por lo tanto las negociaciones con respecto a los términos de las normativas no son solo una cuestión de soberanía, sino también de calidad de vida.

Más contenido de esta sección
La economía va transitando hacia una cada vez mayor conectividad. La conectividad si bien abarca mucho más que solo internet, puesto que incluye infraestructura física, digital y humana, actualmente está generando fuertes riesgos a la economía paraguaya debido a los recientes ataques cibernéticos. Las autoridades competentes deben intervenir rápidamente para crear el contexto adecuado de manera que se puedan prevenir los ataques, proteger los sistemas de información y garantizar una rápida recuperación ante los daños.
Los primeros meses de este año muestran una evolución positiva de la producción; sin embargo, la inflación y el estancamiento de los ingresos laborales señalan cada vez con mayor claridad que el crecimiento económico no está contribuyendo al mercado laboral, tanto por el lado de la generación de empleos de calidad como por el lado de la producción de los bienes y servicios necesarios para garantizar la oferta de alimentos que reduzcan la presión sobre los precios de la canasta familiar. Estos primeros meses fueron de compleja evolución.
A una semana de haberse iniciado una de las peores crisis bélicas de este siglo, el mundo contempla desolado la realidad de que el camino hacia la paz está poblado de obstáculos. Mientras tanto, prosiguen sin parar los ataques entre Israel e Irán y no se avistan señales de que los bombardeos van a detenerse. Junto a este conflicto que, sin duda, puede tener consecuencias catastróficas, el mundo no debe perder de vista la situación en Gaza, donde continúa la grave crisis humanitaria. Es inadmisible tanta crueldad e irresponsabilidad de los líderes mundiales.