Pero nadie busca darle al Paraguay una identidad prospectiva que contenga el dato de cómo nos imaginamos el país de aquí en adelante, y cómo lo vemos dentro de algunos años. Nadie se propone transformar la realidad. Para ayudar en esa dirección es que la semana pasada comencé a detallar veintiún leyes –tal como dice el título–, que rigen la realidad actual que se pretende transformar. Estas leyes se agrupan de a tres, en siete dimensiones específicas, las cuales son: la estructura, los modelos, el sistema, los actores, los elementos e insumos, las tipologías y las últimas realidades. Ya expuse las primeras nueve leyes que conforman, le dan forma, y determinan el funcionamiento del Paraguay del siglo XXI. En la presente entrega se detallan y comentan las siguientes 12 leyes, desde la número 10 a la 21.
Actores
10. Estado sin políticos. Conforme se expuso anteriormente, al analizar el modelo de capitalismo de secuaces, el Estado paraguayo no tiene políticos que buscan transformar la realidad. Al contrario, el Estado adolece de la falta de estadistas. Y, como la principal actividad privada con fines de lucro en el Paraguay es la política, se puede decir que el Estado paraguayo no tiene a los políticos como agentes del bien común. Se dedican a crear normas y a vender su incumplimiento.
11. Capitalismo sin capitalistas. Del mismo modo, tal como se expuso más arriba con el capitalismo de secuaces y el primitivismo productivo, el mercado está debilitado en el Paraguay. Gran parte de la acumulación del capital proviene de actividades relacionadas con la provisión al Estado, construcción de represas hidroeléctricas y derivadas del aprovechamiento de brechas normativas o directamente del ejercicio de actividades informales, incluyendo a los mercados del crimen. Empresarios artificiales, algunos de ellos incluso ya llegaron a la presidencia de la nación. Qué tal.
12. Iglesia sin creyentes. El Paraguay tiene dificultades en la consistencia de sus creencias sobrenaturales con sus hábitos sociocomportamentales. La transformación actitudinal derivada de la regeneración espiritual es limitada. El cambio de adentro hacia afuera no se observa en la mayoría de la población. La Iglesia ha fracasado en el Paraguay en la perspectiva de un nuevo nacimiento conforme al plan de salvación cristocéntrico. Hay mucha gente religiosa que concurre a Caacupé y a los templos protestantes. Pero hay pocos convertidos que se niegan a practicar el pecado. Muchos los llamados, pocos los escogidos.
ELEMENTOS CRIMINALES
Los principales elementos de los mercados del crimen en el Paraguay son la droga, la violencia y la corrupción. Estos elementos son manejados dentro de un relativo equilibrio. Si la dosis de violencia policial contra mundo narco se dispara y sale en la prensa, supongo, se libera un poco el mercado de la droga haciéndose más laxas las medidas de control. Un poco más de corrupción policial es necesaria para no asustar a la población. Y viceversa. La corrupción como el monopolio del poder, más la impunidad menos transparencia, la fórmula de Klitgaard, siempre está presente en la vida de los paraguayos. C = M + I – T.
13. Droga. En el 2020, la Universidad de Navarra publicaba que, según el World Drug Report de la UNODC de las NNUU, el Paraguay era el país con mayor incautación de marihuana del mundo. Y conste que esto es en medio de un alto nivel de corrupción en las instituciones que deben reprimir la droga. Hay entre 8.000 y 12.000 hectáreas cultivadas. Se estima que la cocaína desde el Paraguay mueve más de 40.000 millones de dólares año proveyendo para la mocro maffia europea. Al comienzo, la droga ya tuvo como agentes y protagonistas a militares que se convirtieron en dirigentes políticos cuando el cambio palaciego de 1989. Luego, se suponía que la droga financiaba a políticos. Y en los últimos tiempos, empresarios de la droga ya aparecieron ejerciendo el poder. Efectivamente, ya hubo legisladores acusados, algunos perdieron sus cargos, por ser parte de grupos de narcotraficantes.
14. Violencia. El Paraguay es uno de países más violentos de la región. En el 2024 sobre 283.000 denuncias de violencia en el país, el 14% se correspondían con la violencia familiar, el 23% eran hurto y robo, estafas 5%, etc. La violencia intrafamiliar creció en forma asustadora en el país. En el 2025, la Policía Nacional informó sobre 127 casos por día. En el 2023 eran 95 casos diarios. En el 2022 eran 86 casos diarios. Del 2015 al 2023 se incrementaron en 243%. Es una cuestión cultural donde es víctima, por lo general, la mujer dentro de la pareja, y luego los hijos, y algunos dicen que también es el microtráfico en la vida de gente vulnerable, otros afirman también que refleja la mala calidad de vida por el enorme déficit habitacional existente, hacinamientos, asentamientos, y el deterioro de la situación económica de las familias.
15. Corrupción. Según el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional del 2024, el Paraguay es el segundo país más corrupto de Sudamérica. Tiene apenas 24 puntos sobre 100 posibles. Ocupa el lugar 149 entre 180 países evaluados. Los últimos casos que afectan al actual gobierno hablan por sí mismos.
TIPOLOGÍAS
En el Paraguay hay tres tipos de países que coexisten en el mismo territorio. El de la opulencia de la política como principal actividad privada con fines de lucro. Según la FAO, el de los 1.500.000 paraguayos que sufren de desnutrición, de ellos 400.000, severa o grave. Y el de la narcopolítica con sus aeropuertos clandestinos. Veamos los tres países.
16. El Paraguay de la opulencia del quincho y la clase alta. El Paraguay es un país muy desigual.
El 20% más rico, políticos y empresarios o empresarios-políticos, se queda con el 51% de los ingresos totales. El 20% más pobre se queda con el 5% de los ingresos, incluyendo programas sociales del gobierno sin contraprestación. Y la clase media se queda con el 44% del total de los ingresos. Es decir, los más ricos y los muy pobres, como dijo el actual presidente recientemente, han sido los más beneficiados. La clase alta se queda con la mayor parte de la torta. La clase baja con el Tekoporã y el kure caldo. Y la clase media, como el queso del sándwich, se queda sin nada, sufriendo la inflación alimenticia, anda en chileré y moto, juega pádel y vive endeudada en Informconf. La mafia de los pagarés ayuda al caos.
17. El Paraguay de la heladera vacía. La inflación, sobre todo alimenticia, está azotando a la población paraguaya. No olvidemos a la FAO que afirma que existen 1,5 millones de desnutridos en el Paraguay. La inflación de alimentos crece a dos y tres dígitos, año y mes en algunos casos. Un ejemplo son los productos hortícolas y frutícolas que tienen una oferta nacional insuficiente. Ejemplo, el zapallo que saltó 222% entre marzo versus febrero 2025.
18. El Paraguay de la narcopolítica. Y el de los 1.500 aeropuertos clandestinos. La operación A Ultranza y el chat de Lalo desnudaron a la política, incluyendo a los tres poderes del Estado, relacionada con el crimen en el Paraguay. Incluso fondeando a actores del sistema financiero “formal” del país. Según Enrique Riera, ministro del Interior, en declaraciones públicas, existen más de mil aeropuertos clandestinos sin control alguno. Como ya se dijo anteriormente, mil vuelos mes calculando 200 kilos de cocaína por vuelo, en un supuesto absurdo, a 20.000 dólares cada kilo, esto podría significar 48.000 millones de dólares de facturación hipotética desde el Paraguay hacia la UE. El puerto de Villeta es un testigo mudo que a veces solía hablar sobre este flagelo, con sus escasas incautaciones. Quizá Marset y sus cómplices paraguayos sepan más de este tema.
LAS ÚLTIMAS REALIDADES
Por último, así como existe el sueño americano, MAGA, debería existir un sueño paraguayo que movilice el alma, el cuerpo y el espíritu de la gente en el Paraguay. Lo más importante es vivir una vida superior a uno mismo y que exceda a nuestros propios egoísmos personales y a nuestra propia existencia. Los paraguayos deben preguntarse cuál es la última realidad y qué es lo que ella exige de nosotros. Faltan un propósito y una identidad que no se inspiren solo desde el pasado, sino que, y sobre todo, que tengan aspiracionales que fortalezcan una relación con un futuro grandioso.
Sobre estos temas tienen que ver las últimas tres de las veintiún leyes del Paraguay del siglo XXI. Urge transformar la realidad. Se necesita un nuevo nacimiento para la nación paraguaya con el fin de salir de las leyes que en pleno siglo XXI la tienen postrada como nación subdesarrollada y empobrecida. El país necesita ser regenerado. Para eso, reflexionemos sobre la Navidad en Belén cuando nació Jesús. La cultura cristiana, con la cual los paraguayos dicen que se identifican, justo ahora que la Semana Santa nos llevó a los templos, se fundamenta en un nuevo nacimiento espiritual que se recuerda con la Navidad.
Cuando Jesús nació tres escenarios natalinos existían al mismo tiempo. El primero de ellos, el de los pastores, productores de riqueza que buscaban un futuro de prosperidad y felicidad, el estar mejor, siguiendo al Salvador. Estaban con ese aspiracional, y por eso creyeron rápidamente a los ángeles que les dieron las buenas noticias, el nuevo nacimiento. El segundo escenario, el del César, que vivía en la opulencia de su quincho, ajeno a la realidad. Y el tercer escenario, el de María y José, la gente empobrecida, que no tenía ni dónde hospedarse; que tuvieron a su hijo en un establo, porque no había hospitales ni servicios públicos de calidad desde el Estado corrupto.
¿En cuál de estas realidades, aún presentes en el Paraguay de hoy, caracterizadas por estas leyes, cada uno de los lectores se siente representado?
19. La de los pastores. Los trabajadores y los empresarios que siempre andan buscando un mejor porvenir.
20. La del César. Los corruptos que disfrutaban de la buena vida a costa de los demás.
21. La de María y José. Gente como uno, el pueblo de a pie que dio origen a un nuevo nacimiento, que transformó al mundo para siempre y hasta la eternidad.
Cada uno elige la que mejor le parece.
Saludos cordiales.