El tema volvió a ubicarse en el debate luego de que se dieran a conocer los resultados de una encuesta realizada por la organización ProDesarrollo, que reveló que el 48,7% de los cuentapropistas recurren a usureros para financiar sus actividades diarias, mientras que solo el 14,5% recurren a entidades financieras formales.
En el caso de los asalariados, el 37,5% dijeron que recurren a usureros, aunque en este segmento el 48% acuden a bancos o financieras. Según Barreto, es de resaltar que hay varios factores que afectan la inclusión financiera y el acceso a créditos, pero también hizo énfasis en que se están haciendo esfuerzos para achicar las barreras de acceso.
“La imposibilidad de demostrar fehacientemente sus ingresos y ventas dificulta la evaluación y determinación de su capacidad de pago y, por lo tanto, la debida diligencia para recabar datos e informaciones de fuentes indirectas incrementan los costos de la operación y los tiempos de respuesta a una solicitud determinada”, indicó.
Para los montos pequeños de necesidades crediticias que tiene este segmento de trabajadores, sostiene Barreto, el crédito se vuelve inviable y terminan en los proveedores informales de crédito, quienes les otorgan recursos instantáneamente y les entregan el dinero en su propio lugar o puesto de trabajo.
“Por supuesto, el que está tomando el préstamo valora mucho estos servicios adicionales y no toma en cuenta los costos que está pagando por el crédito que obtuvo”, consideró.
Por otra parte, resaltó que la irrupción de billeteras digitales desarrolladas a través de las entidades del sistema financiero están teniendo resultados positivos en materia de inclusión financiera de este tipo de segmentos.
“Últimamente, a través de las cuentas digitales manejadas a través de una aplicación celular, combinado con el sistema Sipap-SPI, se han reducido sustancialmente los costos de la inclusión financiera de los trabajadores informales, cuentapropistas y emprendedores en todo el país, y creemos que es el camino”, expresó.
El experto indicó que esta receta les permitirá a estas personas optimizar sus actividades económicas y además el manejo de su dinero minimizando los riesgos de tener dinero en efectivo, como ha sido hasta ahora.
Además, las transacciones en sus cuentas digitales así como las transferencias recibidas y enviadas serán una fuente confiable de información sobre sus actividades que les facilitará el acceso en tiempo y forma a créditos de menor costo y en mejores condiciones, añadió.
Recordemos que el informe de ProDesarrollo indica que la economía en negro, al cierre del 2022, alcanzó los USD 22.019 millones, lo que representa el 45,9% del PIB e implica un crecimiento de USD 808 millones frente al 2021. El estudio contempla a las actividades que se realizan fuera de la regulación gubernamental y sin el pago de impuestos correspondientes.