“No pensaba que iba a tener un futuro alguno”, contó la joven modelo a BBC, sin embargo, confesó que su sueño siempre fue desenvolverse en el mundo del arte, informó el portal La Nación de Argentina.
Lo que la hace diferente a las otras modelos es que a Melanie no le crecen pelos en la cabeza y no tiene un solo diente. “Yo nací con una mutación genética llamada displasia ectodérmica, que me afecta al pelo, a los dientes, a la piel y las uñas”, explicó.
Pero esto no la limitó a lograr su objetivo y este año participó en varios desfiles y trabajó en un sinnúmero de sesiones fotográficas como modelo y artista.
“Yo no entendía por qué me miraban de aquella manera. Y cuando era niña, creciendo, tampoco entendía por qué la gente me trataba de una manera diferente”, lamentó y manifestó que no tuvo amigos en el colegio.
Las displasias ectodérmicas son un grupo de más de 150 enfermedades genéticas derivadas del desarrollo anómalo del ectodermo, la capa de tejido más externa del embrión.
Durante las primeras semanas de gestación, todas las células del embrión humano son iguales, después empiezan a dividirse en 400 células especializadas que, con el tiempo, dan lugar a las distintas partes de lo que es un cuerpo humano completo, tal como se lo conoce.
Pero durante la gestación de Melanie Gaydos, la mutación genética fue diferente, ya que de las tres capas que se crean inicialmente, a ella solo se le formaron dos.
La primera capa, la interior, da lugar al hígado y a los intestinos, las del medio se transformarán en riñones, músculos, huesos y sangre, y las de la capa exterior, conocida también como ectodermo, lo harán en piel, pelo, dientes, glándulas sudoríparas y uñas, esta fue la que la joven no desarrolló.
“De pequeña me apodaban Piolín, porque no tenía pelo pero me salían tres de lo alto de la cabeza”, expresó. Además, tiene la piel extremadamente sensible y sus dientes se desmenuzaron en sus primeros años de vida.
Una persona puede tener varias anomalías ectodérmicas combinadas, pero lo de la modelo fue un cambio en el gen TP63.
Este cambio no es una variación normal, sino algo nunca antes observado, una nueva forma de displasias ectodérmica, lo que la hace la única persona con este tipo de anomalía en el mundo.