La joven bailarina paraguaya Paloma Bonnin Manavella (15 años), hija de los reconocidos bailarines y formadores Miguel Bonnin y Patricia Manavella, fue finalista del prestigioso certamen international Dance Competition de Spoleto, en Italia.
Se trata de la única competencia italiana que forma parte de la International Federation of Ballet Competitions y se realiza desde hace más de 15 años. El certamen reúne a una multitud de jóvenes, promesas de la danza del mundo provinientes de Japón, Alemania, Rusia, Turquía, Brasil y este año, de Paraguay.
“La competencia tenía varias fases eliminatorias semifinales y finales. Yo llegué hasta la final, quedando como primera clasificada en la categoría Solista Junior, lo que me permitió bailar en la Gala de los vencedores, el 13 de abril último”, recuerda Paloma Bonnin.
La joven bailarina confiesa que nunca antes participó de concursos. “Mis padres piensan que un buen bailarín se forma en la sala de clases y en el escenario”, asegura.
Sin embargo, en octubre del 2018, la maestra Claudia Zaccari (ex primera bailarina del teatro de la Ópera de Roma y encargada de relaciones públicas internacionales de So Danca), estuvo por Paraguay para la celebración de los 10 años de la firma Sur La Pointe, y seleccionó a Paloma para representar a Paraguay.
“Me otorgó una beca completa para participar en el concurso en Italia”, cuenta la joven.
inicios. Paloma inició su formación en la Academia de Patricia Manavella, con su madre, y maestros como Adrián Avila, Teresa Cassanello, Gustavo Benítez, Diana Paniagua, Johann Larreinegabe, Bethania Joaquinho y Ruth Ledesma.
Desde los 12 años, realizó numerosos cursos internacionales, en los que fue seleccionada por audiciones como en La Ópera de París en 2016, American Ballet Theatre en 2017 y en Nueva York el año pasado. También realizó cursos especiales en Asunción, con grandes maestras paraguayas como Marilyn Candia, Teresa Capurro y Miguel Bonnin, su padre.
“En el año 2015 interpreté el rol de Santa Teresa niña, en el estreno mundial de la obra Las Moradas de Teresa, con el Ballet Clásico y Moderno Municipal de Asunción”, rememora.
APOYO. ”Acabo de llegar de Italia. Ahora me estoy preparando para viajar a Francia, pues fui aceptada nuevamente para el Summer Course de la Opera de París”, adelanta la quinceañera, y remarca que sus padres siempre han sido su mejor ejemplo.
Consultada acerca de sus sueños, Bonnin confiesa que: “Me gustaría ser una bailarina profesional y bailar en nuestro país o en New York”.
Aún con su corta edad, la bailarina Paloma Bonnin Manavella valora altamente el concepto de disciplina. “Esta debe ser inculcada no solo en los estudios de ballet, sino debe venir de la familia, el colegio y la sociedad entera”.
Para Bonnin “la disciplina es fundamental para la formación de un bailarín, ya que la danza es un trabajo sistemático y metódico que requiere mucha paciencia y concentración”. Cree que “muchas veces las horas que los jóvenes pasan frente a las computadoras y celulares dificultan el proceso de formación de un bailarín”.
Además, considera que todo buen bailarín debe cultivar un conocimiento integral en las artes, complementar la danza con la música, pintura, “solo así podrá comprender las grandes obras del repertorio clásico universal, y las creaciones de los grandes coreógrafos contemporáneos”, manifiesta Paloma, quien finalmente remarca también que “es fundamental el apoyo de la familia en todos los sentidos para formar a un bailarín”.