09 may. 2024

La deuda pública y el contexto internacional

En los próximos años se vienen importantes vencimientos de la deuda que se agregan al pago de los servicios de las mismas. Dado que no existen planes gubernamentales de recaudar más para pagar los compromisos contraídos, no les quedará otra opción a las autoridades económicas que refinanciar, es decir, contratar más deuda. Además de considerar la vulnerabilidad que ya presentan nuestras finanzas públicas, es necesario tener en cuenta el contexto internacional así como las decisiones de política monetaria que se tomen en ese país.

Dos semanas atrás, las autoridades de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) señalaron que si bien no subirían la tasa de interés, se mantendría alta por un tiempo más largo que el previsto, extendiéndose al menos hasta 2026, buscando llegar a la meta de inflación del 2%. El rango actual de las tasas de interés se ubica entre 5,25%-5,50%, el más alto en 22 años.

La resistencia a la baja de la inflación junto con el crecimiento económico de ese país hacen más difícil reducir las tasas de interés. Reducir la inflación requiere un crecimiento por debajo de la tendencia actual. La coyuntura además se complica con el repunte de los precios energéticos debido a los recortes de producción establecidos por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia, lo que presiona al nivel general de los precios.

Para Paraguay, esto significa que el costo de financiarse en dólares se mantendrá alto, por lo que cualquier refinanciación de la deuda tiene que ser objeto de un detallado análisis no solo de la situación presente sino de las proyecciones.

Paraguay no solo tiene que saldar la deuda externa sino también la enorme deuda social con su ciudadanía, cuya situación muestra un deterioro desde hace varios años, profundizada por la pandemia, por lo que requiere recursos para financiar las políticas públicas.

Los efectos de la política monetaria implementada por la FED no se trasladan solo al costo de la deuda sino que tiene muchas vías de transmisión a la economía paraguaya. Las altas tasas de interés incentivan el traslado de los capitales hacia ese país presionando al tipo de cambio con la consecuente devaluación y reduciendo la inversión extranjera. El efecto contractivo de la política monetaria norteamericana conlleva un menor consumo de materias primas, afectando a las exportaciones nacionales destinadas a dicho país.

Todos estos factores presionan a un aumento de la deuda y con ello a un deterioro de los indicadores macro, aumentando las vulnerabilidades internas y trasladándose a los indicadores de riesgo país.

Estamos ante una situación sumamente compleja tanto macroeconómica como microeconómica, ya que los hogares sienten desde hace años el deterioro de los ingresos, la falta de acceso a servicios de salud, la mala calidad de la educación, el aumento de los precios y del endeudamiento privado.

Los costos de un manejo inadecuado de la deuda han llevado a los países latinoamericanos a resultados desastrosos en la calidad de vida de la población. En la actualidad, países como Sri Lanka, Ghana o Pakistán se encuentran en una situación sumamente grave, repitiendo historias pasadas ya conocidas.

Las finanzas nacionales se encuentran en riesgo porque gobiernos anteriores han apelado a la solución fácil de endeudarnos y una década después no se observan cambios significativos en la estructura o diversificación económica, la resiliencia al cambio climático, el mercado laboral o la infraestructura social. Mientras la deuda aumentó casi 5 veces, el producto interno bruto (PIB) apenas aumentó 32%, lo que significó que la proporción deuda/PIB se haya casi cuadruplicado.

Las autoridades económicas deben ser capaces de garantizar la sostenibilidad de la deuda sin perjudicar los necesarios avances en las condiciones de vida ni trasladar la responsabilidad del repago hacia las generaciones futuras, quienes deberán enfrentar la agudización del cambio climático sin haberse beneficiado con los recursos de la deuda. En estos 10 años no han aumentado las capacidades y oportunidades de la niñez y adolescencia, quienes serán los responsables finales de pagar la deuda tal como se está planteando la política de endeudamiento.

Más contenido de esta sección
Las reguladas del servicio del transporte público forman parte ya de la realidad cotidiana para los pobladores de la capital, su área metropolitana y el Departamento Central. El mal servicio, no obstante, afecta a todas las ciudades y localidades del Paraguay. Este, además de la salud pública, es el servicio más ineficiente que debe padecer la ciudadanía. Las humillaciones que a diario soportan los usuarios son inaceptables. Un transporte público seguro y cómodo es un derecho que tienen los paraguayos y significa calidad de vida.
Cada día se suceden los hechos delictivos que impactan en la ciudadanía, hasta el punto de que estos eventos prácticamente están normalizados. La violencia urbana afecta a las personas en las paradas del transporte público, en las calles y en los espacios públicos, mientras las autoridades del país continúan sin ofrecer respuestas, salvo alguna estadística surrealista. La inseguridad se suma de esta manera a la lista de deudas del Estado paraguayo, que tampoco ofrece a la población educación de calidad, salud pública, empleo digno ni servicios eficientes.
Creado hace 81 años, el Instituto de Previsión Social tiene como finalidad brindar asistencia a sus asegurados en caso de enfermedad, accidentes de trabajo y enfermedades profesionales y proporcionar una jubilación o una pensión al trabajador titular. Es una institución fundamental para el trabajador, y ha quedado demostrado que es imprescindible, a pesar inclusive de la corrupción y la mala gestión que consume sus recursos. Urge recuperar IPS para la mejor asistencia y asegurar a miles de paraguayos una digna jubilación.
Ya no quedan dudas de que la democracia en Paraguay está en riesgo. En la Cámara de Senadores, el sector colorado cartista y sus satélites no solo forzaron un reglamento para lograr la pérdida de investidura de una senadora de la oposición, sino que además resulta preocupante que lo hayan hecho como una forma de acallar voces críticas. Pasar por encima de la Constitución Nacional y pretender la uniformidad de todas las ideas y opiniones no es democracia. Están a un paso de causar un quiebre, y eso la ciudadanía no debe permitirlo.
El alto peso de las remuneraciones en el total del gasto público siempre llama la atención de la ciudadanía, a pesar de que con respecto a otros parámetros está por debajo de los estándares internacionales. Esto no sería un problema si fuese acompañado por calidad en la gestión pública, lo cual nunca será posible sin una carrera seria y rigurosa en la función pública basada en méritos y resultados de la gestión. Los casos de nepotismo muestran la fuerte injerencia político-partidaria en las decisiones que se refieren a los recursos humanos.
El contexto económico internacional cambió con respecto a los últimos años. La demanda externa favoreció a Paraguay como productor y exportador de commodities de bajo valor agregado y calidad. Hoy, el mundo exige estándares de calidad a la producción y la juventud paraguaya busca empleos en mejores condiciones que en el pasado. Esos resultados solo son posibles con emprendimientos e inversiones productivas, lo que a su vez exige seguridad jurídica, una condición debilitada por la actuación irresponsable de los políticos.