El cuerpo sin vida de Melania Monserrath (11) fue hallado en un patio baldío de la localidad de Isla Sakã, distrito de Fulgencio Yegros, Caazapá. Estaba desnuda y atada con su pantalón al cuello.
El macabro hallazgo se dio en la noche del lunes y horas después se detuvo a un joven de 24 años, como principal sospechoso del crimen. La hipótesis que cobró más fuerza entre los investigadores es que el joven actuó por venganza, tras haber estado preso por un hecho de tentativa de abuso del que habría sido víctima la misma niña.
El sospechoso fue condenado en el 2022, pero salió de prisión por una decisión del juez Osmar Ariel Baeza, quien le otorgó la libertad condicional y le permitió vivir a 200 metros de la casa de la víctima.
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“Nosotros al dictar un auto interlocutorio rendimos oficios a la Comandancia de la Policía Nacional y a todos los organismos pertinentes, con reglas de conducta claras para custodiar la zona”, se defendió el juez en comunicación con Radio Monumental 1080.
Recalcó que el protocolo establecía que ante cualquier acercamiento del liberado hacia la familia de la víctima, la Policía debía informar para revocar inmediatamente el beneficio. “Rendimos otra vez a la penitenciaría y actuamos según lo establecido”, agregó.
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Para el magistrado, el sospechoso reunía “todos los requisitos establecidos por ley” para ser beneficiado con la medida.
Indicó que la decisión se sustentó en el principio de progresividad, tal como lo establece el artículo 20 de la Constitución Nacional y el Código Penal, que promueven la reinserción del condenado y la protección de la sociedad. “Estamos acá para tratar de que se reinserten todos los condenados. Yo no puedo adivinar lo que puede pasar o lo que puede ocurrir posteriormente”, insistió.
Baeza reconoció que se siente “consternado”, tras la conmoción que causó en gran parte de la sociedad que no ocultó su indignación por lo sucedido.