La Contraloría perdió la confianza de la que gozaba anteriormente, sobre todo porque Camilo Benítez comenzó a involucrarse políticamente, fue lo señalado por la diputada de País Solidario, Johanna Ortega, en referencia a lo que pueda resultar del examen de correspondencia del presidente Santiago Peña, que le fue encomendado a esta institución.
Benítez manifestó en medios de comunicación que haga lo que haga, será criticado. La diputada indicó que ese tipo de comentarios no corresponden a un contralor, que debe limitarse a realizar un trabajo técnico, y que no puede argumentar políticamente un tema tan relevante.
Lea más: Contraloría inicia investigación del patrimonio de Santiago Peña con 27 pedidos de informes
“Pero el contralor recorre medios de comunicación y tiene expresiones y apreciaciones políticas. El contralor no es senador, no es diputado, no es gobernador y nadie necesita la opinión política del contralor”, sentenció Johanna.
La parlamentaria insistió en que el contralor debe dar garantías, pero que, después de las intervenciones de las municipalidades de Ciudad del Este y de Asunción, se perdió la confianza hacia su trabajo.
Lea más: El contralor aparece en cenas coloradas y oposición dice que comienza a “dar miedo”
“Todos sabemos que el contralor hoy es un actor político, una pieza más que actúa políticamente en el entorno del presidente de la República para proteger, y espero que haga bien su trabajo”, subrayó.
Ortega sostuvo que es fundamental que Benítez haga un trabajo estricto, ya que luego de que Peña entregó las actualizaciones de su declaración jurada, se encontraron varias incoherencias, como sus gastos en ropa o en su mansión, y hasta la venta de una camioneta por un precio superior al comprado. “Espero que haga un contraste de los documentos”, apuntó.
El pasado 17 de octubre, Peña presentó una actualización de su declaración jurada y solicitó una revisión integral a la Contraloría, en medio de un escándalo que involucró también a su esposa, Leticia Ocampos, por supuestos hallazgos de sobres con dólares en el quincho de Mburuvicha Róga.